Carcharodontosaurus (lat. "Reptil diente de tiburón")
Es un género de dinosaurios terópodos carcarodontosáuridos
Vivieron a mediados del período Cretácico, hace aproximadamente 113 y 97 millones de años, en el Cenomaniano, en lo que hoy es África, compartiendo sus territorios con el Spinosaurus.
El nombre Carcharodontosaurus proviene del antiguo griego καρχαρο karcharo que significa “dentado”, que a su vez es el nombre de un género de tiburones Carcharodon, οδοντο odonto “diente” y σαυρος sauros, “lagarto”.
Carcharodontosaurus fue un gran terópodo carnívoro que oscilaba entre los 12 y los 13 metros de largo, 3.5-4 metros de altura y pesando entre 2,9 y 4 toneladas de peso, siendo uno de los mayores terópodos carnívoros, superado por el Giganotosaurus y el Spinosaurus.
El Carcharodontosaurus también tenía uno de los cráneos más grandes de los dinosaurios carnívoros, aunque no tanto como se pensó en un principio ya que debido a la falta del cuadrado y del premaxilar llevó a una interpretación errónea, actualmente estimaciones más correctas lo ubican en el rango de 1,6 m para C. saharicus, e incluso mayor en la especie de C. iguidensis que tiene un cráneo de 1,50, aunque menores que los del Tyrannosaurus, alcanzan a los de otro Carcharodontosauridae, el Giganotosaurus sudamericano cuyo cráneo llegó a medir 1,95 metros de largo.
Con mandíbulas llenas de aserrados dientes parecidos a los de los tiburones (de ahí su nombre "lagarto con dientes de tiburón"), que tenían la función de desgarrar carne, por lo que sus presas morían desangradas, además sus manos tenían garras afiladas como garfios de carnicero para sostener a sus víctimas mientras las destrozaba con sus mandíbulas.
Los carcarodontosaurios tenían una visión bidimensional, como todo buen cazador.
Tenían como todo carnosaurio unas largas y musculosas patas, y rastros fosilizados indican que podían correr hasta 8,5 m/s (alrededor de 30 km/h), aunque ahora esto es controvertido.
Con sus cuatro toneladas, caerse en la carrera sería mortal para ellos, ya que sus pequeños brazos no podrían detener la caída.
Su fuerza mandibular era de 3.5 toneladas de presión, siendo superado fácilmente por Tyrannosaurus y ligeramente por el giganotosaurus pero similar o mayor a la de un espinosaurio.
El molde endocranial, de la impresión del cerebro sobre la superficie interna del cráneo, y en la anatomía del oído interno de C. saharicus recuerdan a los modernos cocodrilos.
El tamaño del telencéfalo con respecto a todo el cerebro es mayor que en los modernos reptiles, pero menor que en los celurosaurianos y las aves.