Se trata de una puerta de tipo monumental, de estirpe clásica, con triple arcada y un magestuoso cuerpo central que se eleva portando heráldica y hornacina.
Se le atribuye a Ginés Martínez de Aranda, aunque no han faltado supuestos que la atribuían al escultor local Juan Martínez Montañés.
Antigua entrada a Alcalá la Real que se demolió en 1885 por estar ruinosa a causa de unos terremotos.
Por su estado de ruina era alarmante, sufriendo grietas y peligro de desplome, por lo que el ayuntamiento decidió desmontar la puerta.
A pesar del tiempo transcurrido desde entonces, todavía se le sigue denominando al lugar donde estuvo emplazada "los arcos".
Era uno de los monumentos más emblemáticos para los alcalaínos.