A lo largo de dicho sendero se levantaban cruces de piedra (cuyo inicio estaba en la Carretera de Granada), las cuales se correspondían con las estaciones del Vía Crucis celebrado sobre todo en Semana Santa y en Cuaresma.
De este Vía Crucis original sólo queda una cruz en la Avenida de las Cruces que estuvo a punto de desaparecer pues sólo quedaba parte de su madero central en piedra.
Fue reconstruida y ahora se muestra en todo su esplendor.
Además de esta cruz del Vía Crucis sólo se conservan una in situ y otras dos cruces originales que
hacen de pies del altar de la Ermita del Calvario y el Calvario con su
magnífico Cristo del Calvario de piedra tallado de una pieza junto a su cruz, todo ello en el interior de la ermita.
En el monte del calvario se conservan algunos de los pedestales donde estuvieron originalmente las cruces.
Después de esta fecha se hizo otro Vía Crucis en el monte donde se encuentra tras la Ermita del Calvario. Terminando con las tres cruces que se encuentran en el Calvario con su magnífico Cristo del Calvario.