El nombre Chamaerops humilis significa pequeño o humilde matorral.
Crece en la regiones áridas y secas, generalmente cercanas al litoral, en el Norte de África, Sur de Italia, España e islas del Mediterráneo occidental.
Es una de las dos palmas nativas de Europa (la otra es Phoenix theophrasti).
Como el olivo (Olea europea), el algarrobo (Ceratonia siliqua) o la encina (Quercus ilex) y la carrasca (Quercus coccifera), el palmito puede considerarse como uno de los elementos más representativos de la vegetación mediterránea del suroeste de Europa.
A veces llegan a constituir grandes palmitares impenetrables y otras aparecen más esparcidos, en zonas altamente erosionadas y desnudas de casi toda vegetación.
Tiene un porte arbustivo, no superando por lo general los 2 m de altura. Bajo cultivo puede desarrollar un tronco de varios metros de alto.
Crecimiento lento.
Las hojas, con forma de abanico, son persistentes, rígidas y derechas, con largos y delgados pecíolos cargados con espinas laterales y la lámina dividida en 16-20 segmentos puntiagudos.
Las flores, unisexuales o hermafroditas, son pequeñas, amarillas y forman panículas que se originan entre los pecíolos foliares, envueltas por una espata bivalva.
Los frutos son carnosos, ovoides, de color amarillo rojizo, de 2-3 cm, y no son comestibles.
El corazón o cogollo de las plantas es tierno y comestible, lo mismo que la espata floral o jiga o higa cuando es joven, atribuyéndosele en la antigüedad la propiedad de despertar la virtud genital y ser propia para holgazanes.
Se aprovechan las hojas en cestería o para fabricar escobas, y las fibras que se extraen de ellas en la industria papelera y la textil.
Sus frutos, llamados vulgarmente dátiles de zorra o palmiches, se emplearon en medicina popular como astringente.
En otro tiempo, y aún ahora en el Norte de África, se aprovechaban las raíces por su riqueza en azúcar como sucedáneo de la zarzaparrilla.
Aparece cultivada con bastante frecuencia en parques y paseos públicos, también en jardines.
El ejemplar con más años de Palmito que se conoce está en Padua (Italia), "La palma di Goethe", que fue plantada alrededor de 1585.
Es una palmera prácticamente de crecimiento a toda prueba, fácil y agradecida, y tolerante a una amplia gama de climas y condiciones.
Soleado o ligeramente sombreado.
Su tolerancia a las bajas temperaturas se estima próxima a los -10ºC.
No tiene problema alguno para soportar vientos fuertes y costeros.
Resiste perfectamente la proximidad al mar y la salinidad.
Se cría en todo tipo de suelos, desde los muy pobres y arcillosos hasta los graníticos, arenosos, pedregosos y muy poco profundos.
Crece mejor donde los suelos sean ricos, calizos y estén bien drenados.
Vive normalmente en zonas con largos períodos de sequía y la pluviometría raramente supera los 500 mm anuales, aunque también donde se superan con frecuencia los 1.500 mm.
Puede resistir sin dificultad una sequía prolongada.