En el viejo camino al Castillo de Otíñar y Alcalá la Real.
Contemplamos un gigantesco precipicio por donde transcurre el río Quiebrajano.
El tramo de paso más difícil en el camino hacia Granada era el llamado Paso de la Escaleruela por lo que se decidió en tiempos de Carlos III salvar dicho obstáculo realizando una nueva vía con un puerto, dejando practicable así el camino y en honor al esfuerzo realizado se construyó este monumento.
En el segundo centenario de Carlos III se restauró y consolidó.
Está construido sobre un basamento de sillares y se dispone en 2 piedras con una leyenda coronada con las armas reales: Reinando Carlos III / Padre de los pueblos / año de 1784.