Es de planta rectangular y macizo hasta la altura del adarve.
Se puede observar restos de la entrada y muro de un habitáculo superior.
El torreón está embutido entre las casas.
El relleno es de calicanto y en su parte inferior aún conserva el recubrimiento de mampostería regular.
Una de las casas colindantes a este torreón por la parte de extramuros es el bar de la Asociación de Vecinos Santa Catalina.
Puede verse también un ventanuco de un habitáculo posiblemente posterior.
La habitación del ventanuco antes mencionado del torreón pertenece a dicha Asociación de Vecinos.
La pared del habitáculo está formada por calicanto con abundante piedra y en su parte inferior se ha conservado el recubierto por mampostería que tendría a ambos lados.
El calicanto de relleno de la torre es similar al de la pared del habitáculo.
En la parte de intramuros de dicho torreón conserva en su parte superior restos de mampostería regular.
En la parte de intramuros, el lienzo de muralla que parte de dicho torreón hacia el Castillo, tenemos un callejón escalonado, que si no fuera por el lamentable estado de abandono en que se encuentra sería uno de los más bellos de nuestra ciudad.
A la altura del callejón cuando el lienzo pierde su recubrimiento de mampostería, permite contemplar su tapial, podemos observar dos entradas actuales a las viviendas que se apoyan en la muralla por la parte de extramuros.