Quejigo - Quercus faginea

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Familia Fagaceae.
Origen Península Ibérica y norte de África.
Lamarck le dio este nombre especifico por el parecido de su hoja con la del haya (Fagus).
Arbol caducifolio de corteza gris parduzca.
Tamaño maximo: 20 m.
El quejigo es un árbol de talla media, pero se puede encontrar con porte arbustivo. Las raíces pueden producir renuevos.
Hojas: simples, marcescentes, subcoriáceas, de 3 a 15 cm x 1,5 a 9 cm, de oblongas a obovadas, sinuoso-dentadas, verde oscuras por el haz y con tomento corto que a veces se desprende por el envés.
Flores femeninas solitarias o en grupos reducidos, rodeadas por un involucro de brácteas acrescentes.
Sus frutos los da entre septiembre y octubre.
Fructificación: fruto en bellota, con corto pecíolo, bastante cilíndrico.
Fruto aquenio, cubierto en la base por la cúpula acrescente.
Sus bellotas maduran antes que las de la Encina, por lo que se usan para el engorde del cerdo entre los meses de septiembre y febrero.
Pueden vivir entre 500 y 600 años.
Su madera se ha empleado como combustible y es muy apreciada en la contrucción.
Sus hojas y frutos son aprovechados por el ganado.
Es resistente a los rigores climáticos de frío, sequedad y contrastes térmicos.
En las montañas del sur se puede encontrar hasta los 1.900 m.
En Andalucía, el quejigo es frecuente en lugares montañosos y húmedos, en umbrías. Por lo que suele aparecer cubierto de musgo y a su pie suelen encontrarse setas en la estación lluviosa.
En condiciones apropiadas forma quejigares, pero se suele presentar mezclado con encinas, alcornoques, meiojos e incluso coníferas. En las zonas más frescas y elevadas suele sustituir, a la encina.
Es una especie restauradora de suelos; regula la escorrentía y la infiltración de las precipitaciones.
Esta especie tiene un gran valor ornamental.
Crece en todo tipo de suelos profundos, tanto en los pobres, como en los ricos en cal.
Requiere unas condiciones parecidas a las de la encina, aunque necesita suelos algo más frescos y profundos.
Al igual que la Coscoja, normalmente presenta muchas agallas producidas por la picadura de un insecto sobre brotes jóvenes para realizar la puesta, desarollándose una especie de bolas marrones de tejido humoral, donde crece la larva. Son muy apreciadas por su contenido en taninos (compuestos antioxidantes, antiinflamatorios, y astringentes)