Iglesia de San Miguel

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Hoy desaparecida, aunque quedan algunos restos embutidos en las casas y su portada en el Museo Provincial de Jaén, ha tenido mejor suerte que la Iglesia de San Pedro, la Iglesia de la Santa Cruz, la Iglesia de Santiago, la Iglesia del Salvador o la Iglesia de San Lorenzo.
Los restos que se conservan son el ábside de la iglesia con ventanas de ladrillo de tradición mudéjar, la cripta, una de las capillas laterales, parte de la torre, el muro lateral de la sacristía, algunas ménsulas de la nave central y su hermosa portada.
La Iglesia de San Miguel abierta ya en el siglo XV, ofrece influencias góticas; posteriormente, en el siglo XVI, se amplió y tuvo cierta notabilidad en Jaén. En el siglo XVI se le añaden la torre y la portada.
El templo era de factura similar a los de San Bartolomé y San Andrés, con planta basilical, tres naves separadas por triple arco formero y ábside semicircular en la cabecera.
Se cubría con artesonado de par y nudillo y en la decoración, tanto interior como exterior, se advertían detalles gótico-mudéjares.
En sus altares y capillas hubo colgados bastantes lienzos de cierto mérito. Había una imagen-relicario de San Acacio y en capilla propia se veneraba la imagen de Nuestra Señora del Socorro.
Suprimida la parroquia en 1843, el templo quedó abierto hasta 1874 fecha en que procedió a su venta y posterior demolición.
Con influencias del gótico final.
Fue un templo de cierta notabilidad que le dio nombre al extinto Barrio de San Miguel.
La portada fechada en 1560 permaneció incólume tras la demolición del edificio.
La conservación de esta portada fue motivo de preocupación para los historiadores del siglo XIX; especialmente significativa es la descripción que de ella y de la iglesia hizo Pi y Margall en 1885: “La portada de la iglesia de San Miguel y una de la catedral revelan hasta en sus menores detalles, elegancia, delicadeza, y gusto. ¡Qué lástima que esté condenada a desaparecer tan linda obra! La iglesia a que abría paso, es ya un patio donde las aguas del cielo hacen crecer la yerba; y está la portada sola, completamente aislada. ¿Quién dudará que se derribe?”.
Afortunadamente la preocupación por la suerte de esta singular pieza también caló en las autoridades locales. En 1918 el Concejo de Jaén acordó promover el expediente para su declaración como monumento artístico.
La portada está declarada Monumento Histórico-Artístico por Real Orden del 22 de noviembre de 1919.
En 1920 se proyectó el traslado a la iglesia de San Pedro, por entonces en reconstrucción, aunque en la actualidad nada queda de ella. Pero no sería en este templo donde por fin se ubique, sino en el futuro Museo Provincial, entonces dirigido por Alfredo Cazabán Laguna, aprobado en el citado año de 1920 siendo ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes el giennense don José del Prado y Palacios. El proyecto corrió en gran parte a cargo del arquitecto Antonio Flores Urdapilleta. La portada preside el patio del Museo en eje con la del Pósito (siglo XVI), colocada en el exterior del edificio.
Es obra de Andrés de Vandelvira, fechada en 1561, siendo obispo Don Diego de los Cobos y mayordomo de la iglesia Diego de Victoria, según reza en la inscripción del entablamento de los dos pares de columnas gemelas.
El primer cuerpo de la portada lo componen un par de columnas corintias sobre pedestales a cada lado del vano central, con dos nichos superpuestos en sus intercolumnios, entablamiento liso y en el segundo cuerpo una escultura de San Miguel flanqueada por pináculos.
Lo que queda de la iglesia ahora está entre unas viviendas particulares.
Sus restos se encuentran entre la Calle Escalerillas, la Calle Lavanderas, y la Plaza de San Miguel.
Se conserva el ábside de la iglesia de amplias proporciones con ventanas de ladrillo de reminiscencia mudéjar.
Siguiendo una antigua leyenda: "Justiniano estaba haciendo el ábside de Santa Sofía en Padua, mandó que se abriese una ventana para la debida ventilación, y así se hizo, más le pareció pequeña y quiso adosar otra y entonces se apareció un ángel al arquitecto, que le dijo: ORDENO QUE ILUMINES EL ALTAR CON TRES VENTANAS EN HONOR DEL PADRE, DEL HIJO Y DEL ESPÍRITU SANTO". Por está tradición muchas de las cabeceras de las iglesias del Santo Reino emplean tres vanos, y es en la Antigua Parroquia de San Miguel, del siglo XIV donde encontramos un buen ejemplo.
Tiene una cripta situada bajo el ábside.
También se conserva una capilla lateral con bóveda de crucería gótica.
El arranque de su torre campanario da a la Plaza de San Miguel.
El muro lateral de piedra de su sacristía con ventanal de arco apuntado.
Quedan algunas ménsulas de la nave central que sujetarían un artesonado de par y nudillo a semejanza del de la Iglesia de San Bartolomé o de la Iglesia de San Andrés.
Quedan restos de frescos bajo capas de cal en la vivienda contigua.
Desde las calles circundantes se pueden apreciar dos contrafuertes parecidos a los de la Iglesia de San Ildefonso.
La famosa Lápida de los Sempronios de Jaén se encontraba embutida en las paredes de la iglesia, hoy se encuentra en el patio cubierto del Museo Provincial.
En los nervios de una capilla tiene dragones como la Iglesia de la Magdalena y la capilla del Convento de Santo Domingo.
Con las referencias catastrales 0110412VG3801S , 0110411VG3801S, 0110410VG3801S , 0110409VG3801S y 0110408VG3801S.