Palacio de la Diputación

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Ubicado en la Plaza de San Francisco número 1.
Gran edificio de la segunda mitad del XIX.
Por su dimensión arquitectónica, es el edificio civil más importante de la ciudad.
El Palacio consta de cuatro plantas: sótanos, primera planta, compuesta de dos pisos unificados, segunda y tercera planta, posteriormente transformada en ático.
Se construyó sobre el solar que quedó libre tras el derribo en 1867 del Convento de San Francisco con el objeto de albergar no sólo a la Diputación sino también al Gobierno Civil, Hacienda, Correos, Telégrafos, la Audiencia, Cuartel de la Guardia Civil, Museo Provincial, oficinas de Hacienda, Archivo Provincial y la popular Gota de Leche e incluso se acomodó como residencia real para la visita de Alfonso XIII en 1903. Todos estos servicios que estuvieron en el Palacio Provincial se irían desgajando paulatinamente a lo largo del siglo XX hasta dejar solamente la Diputación Provincial.
Cronología y arquitectos: 1867-1869 José María Cuenca y Hortaloz. 1871-1880 Jorge Porrúa Moreno. 1881-1884 Ricardo Marcos Bausa. 1885-1921 Justino Flores Llamas.
El origen del Palacio de la Diputación va ligado a la Desamortización de Mendizábal (1836), pues el solar sobre el que se construye era el Convento de San Francisco, levantado como casa-palacio en 1246 por Fernando III El Santo.
En 1865, el Estado lo cede a la Diputación y dos años después, debido a su estado ruinoso, se anuncia el derribo y reedificación del inmueble para albergar en él ... las oficinas y dependencias tanto del Gobierno como de la Provincia.
José María Cuenca, arquitecto provincial, presenta un primer proyecto de cierta anarquía compositiva dada por el sometimiento al que se le obliga para conservar parte del patio principal, la capilla y las paredes del convento.
El proyecto del Palacio se encargó en un principio al arquitecto Manuel Mostaza que no fue del agrado de la Corporación, por lo que posteriormente se le encarga al arquitecto de la Diputación Jorge Porrua y Moreno quien presentó su proyecto el 5 de noviembre del 1871 que fue premiado en la Exposición Provincial de 1878 con un premio de primera clase y la Encomienda de la Orden de Isabel la Católica. Rompe con el proyecto anterior doblando su superficie y eleva la altura del edificio a tres plantas, creando un magnífico cuerpo de subterráneos. Tiene ya muy en cuenta la funcionalidad del edificio público, especificando todos los servicios que debían tener cabida en él. Aún podemos observar en la crujía trasera el ábside donde proyectó la ubicación del Salón de Sesiones a modo de hemiciclo público y en el que encontramos actualmente el Aula de Cultura. Este proyecto seguirá siendo en adelante, el alma mater del edificio por el que se regirán el resto de arquitectos.
Es un edificio de planta tradicional al estilo del palacio italiano renacentista.
Organizado a un gran patio interior, dos plantas y sótanos para caballerizas y otras dependencias, lo que refleja un patio en un alzado de 3 plantas:

El sótano, estructurado en enormes pilares rectangulares sobre los que descansan arcos de medio punto y bóvedas de aristas de cañón en ladrillo.
El primer piso se abre con una galería de arcos de medio punto, sobre columnas corintias apareadas situadas sobre antepechos.
El segundo piso sólo conserva el lateral sur de la galería compuesta por grandes vanos de medio punto cerrados con vidrieras.

Las obras se comenzaron en 1876 construyéndose hasta final de la década la planta del sótano y el zócalo de la planta baja.
La realización del cuerpo de subterráneos a partir de 1878 genera una planta baja claustral que se resuelve con arcos de medio punto sobre gruesos pilares.
El sótano se construye con una estructura de grandes pilares y bóvedas de aristas en ladrillo, extendiendo también tramos de bóvedas de medio cañón.
Tras la muerte de Jorge Porrua en 1879, las obras se reanudan en 1881 bajo la dirección del arquitecto Ricardo Martos Bausá quien ejecuta en 1883 la planta noble y proyecta el patio interno que traslada la luz a las dependencias, con una galería clasicista de arcos de medio punto sobre columnas pareadas de orden compuesto y destacando sobre los antepechos, en alguno de cuyos capiteles se grabaron escudos de pueblos de provincia. En las esquinas las columnas se articulan en series de cuatro. El fuste es liso y en principio fueron previstas en mármol y finalmente construidas en piedra arenisca. Finalmente habría que citar un elemento original añadido posteriormente por Justino Flores, el doble cimacio rectangular sobre las columnas, un guiño a la vandelviriana Catedral de Jaén. Los arcos de medio punto con clave simple y en las enjutas se disponen discos sencillos.
La segunda planta es obra del arquitecto Justino Flores Llamas quien se hizo cargo de la obra en 1884 por renuncia de Ricardo Martos. Sólo llegó a hacer la galería sur, con amplios vanos de medio punto cerrados con vidrieras, desde la que se accede al Salón de Actos y al Salón de Retratos. Hacia 1892, Justino Flores realiza la galería culminando el estilo ecléctico del conjunto: introduce un pretil abalaustrado y dobles pilares, cerrándose con vidriera de colores. Destacará entonces por su originalidad el tratamiento de los arcos, de medio punto en los vanos estrechos y mixtilíneos en los anchos. También dispone de tondos decorados con un curioso trenzado con motivo floral, y gárgolas en la cornisa, coronada con un antepecho calado.
En 1891 la Diputación Provincial se traslada a este edificio.
La última fase de construcción del Palacio concluye hacia 1895.
El 25 de Enero de 1919 se produce un incendio en la Diputación, del que se conserva una fotografía.
El Salón de Plenos, tal como lo conocemos hoy, es un proyecto de 1921 de Justino Flores, que lo decora con elementos realizados en yeso de efecto equilibrado y grandes medallones con vidrieras, así como las tres arañas de bronce que aún lo coronan.
Intervenciones posteriores tuvieron por objeto el acondicionamiento de dependencias y del entorno del palacio, como finalización de la verja y jardines realizada en 1956.
Un hemiciclo al norte, que, al exterior, tiene forma de ábside.
Fachada principal de estilo ecléctico, a la Plaza de San Francisco, proyectada en oblicuo a la Calle Bernabé Soriano lo que hace que esté mirando hacia la Catedral de Jaén. Marcada por el proyecto de Jorge Porrúa, que la concibió más apaisada, es modificada por los dos siguientes arquitectos, respetando una línea clásica. Presenta en su planta baja una escalinata con tres puertas monumentales, resueltas con tres arcos de medio punto con cabezas de leones en sus claves. Sobre ellos, tres vanos centrales, que disponen de un balcón corrido y que corresponden al actual Salón de Plenos. El resultado final, obra de Justino Flores, depuró los motivos decorativos: se eliminó la inscripción Palacio Provincial y se añadió el relieve del frontón, que reproduce el tema de los dragones entrelazados sosteniendo el escudo provincial. Sobre la cornisa unos magníficos lucernarios redondos ventilan el ático. Justino Flores resuelve toda la fachada en piedra, que anteriormente estaba proyectada en alternancia con ladrillo como podemos observar en las fachadas laterales.
El Campanil Justino Flores lo diseñó como remate del cuerpo central, un campanil de hierro, que además de sostener las campanas del reloj, funcionaría como pararayos y que no será colocado hasta 1915. Desde los años ochenta y hasta 2008 ha sido el símbolo de la Diputación de Jaén.
En la primera planta se encuentran las dependencias de la Presidencia.
En la segunda planta se sitúa el Salón de Plenos, que está ubicado en lo que corresponde a la parte central de la fachada y cuenta con un balcón corrido. En esta planta se encuentra también el Salón de Personajes Ilustres en cuyas paredes vemos retratos de anteriores presidentes de la Diputación.
La cubierta es del arquitecto gallego, se cubre con pizarra y en forma de mansarda, inspirada en la arquitectura del norte y con indiscutible sabor parisino. Coronando con este tipo de tejado, llamado francés, el Palacio conecta con las corrientes de estilo europeas.
El vestíbulo forma un amplio espacio al que se abren vanos del piso bajo y entresuelo con una solución que recuerda los balcones interiores de la Catedral de Jaén. Las barandas de hierro serán una aportación de Ricardo Marcos, mientras que Justino Flores propondrá la cubierta de casetones. Al fondo se abren tres monumentales arcos, similares a los de la entrada, que comunican con el magnífico espacio claustral.
Será en 1963 cuando el arquitecto provincial Manuel Millán, instale la fuente central del patio de la que emerge una María Magdalena (Fuente de Diputación). Fuente del siglo XVI. En la base de la fuente porta el escudo de los Mesía-Carrillo Fonseca, Marqués de La Guardia, probables patronos. Proviene del Convento dominico de La Guardia.
El Palacio de la Diputación se construyó con materiales de la comarca. Es el caso de la piedra, que se distingue por su color según su procedencia. Así, la de la Sierra de Jabalcuz es de color gris oscuro, la de las canteras de la Imora es blanca y de naturaleza caliza, y la de Herrera es de arenisca compacta, como la que se usó en la Catedral. La arena se extrae del lecho del Río Guadalbullón y la cal de la Fuente de la Peña.
La innovación más importante será el uso de vigas de hierro de fundición para las estructuras y el hormigón en los cimientos.
Como era habitual, la construcción aprovechó materiales de derribo del ex-convento e incluso elementos ya construidos y luego modificados. Podemos observar que todos los collarines de los capiteles del patio no son iguales, e incluso dos de ellos llevan inscritos Alcaudete y Andújar (galerías frontal e izquierda), según el proyecto de Ricardo Marcos, posteriormente depurado.
La construcción del Palacio, supuso la transformación de todo su entorno, solucionando la orografía en pendiente de la ciudad y relacionandola con el proyecto del mercado de abastos (Mercado de San Francisco), construido en las mismas fechas sobre las huertas del Convento de San Francisco; se abren dos nuevas calles; el Callejón de las Flores y la calle que comunica la Carrera (Calle Bernabé Soriano) con el mercado; los muros de contención del Palacio modifican la Plaza del Pósito. Todo para poner en valor, aislar y elevar la obra arquitectónica.
Bajo el suelo del actual Palacio de la Diputación quedan otros restos del Convento de San Francisco, como son sus enterramientos de gente ilustre del momento como el tío de la Reina Isabel la Católica, Antonio Enriquez.
Referencia catastral 0605026, 0504526VG3800S0001BJ.