En el siglo XVII por la carrera (Calle Bernabé Soriano) bajaba un arroyo desde la Plaza de San Francisco a la Plaza del Mercado (Plaza de la Constitución). En 1640 el cabildo acordó aderezarlo. Descendía bajo un puente que daba nombre a una calle, la Calle Puentezuelas (Calle Ignacio Figueroa), para perderse por la Calle Teodoro Calvache. Recuerdo de aquel desnivel pudo ser el nivel de las casas elevadas sobre el nivel de la Calle Puentezuelas, y el suelo de la Carrera rebajado para desviar un arroyo que hasta recientemente dio nombre y sentido a las calles de Jaén, Calle Puentezuelas y Calle Teodoro Calvache, la antigua Calle Arroyo.