Iglesia de Santa María

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Es el templo cristiano más antiguo de Arjona.
Ubicado en la alcazaba posiblemente sobre la mezquita aljama de la alcazaba de Aryunna, y en las proximidades de un templo romano del siglo I a.C. y de una iglesia visigótica del siglo VI, en la Plaza de Santa María.
Cuando Fernando III el Santo conquistó la ciudad, en 1244, consagró la mezquita como Iglesia de Santa María y depositó una imagen de la Virgen en su altar mayor, según su costumbre en cada ciudad tomada.
Posteriormente se construyó una iglesia gótica temprana, siglo XIII, que sería profundamente remodelada en el siglo XVI en estilo isabelino.
Su planta siguió el modelo franciscano: una sola nave con crucero de brazos cortos y dos capillas laterales no perceptibles al exterior.
El altar, con ábside poligonal, está muy elevado.
Conserva bóvedas góticas.
Tiene de notable, la sencilla portada renacentista, que estaba coronada por un elegante bacón o mirador con tres arcos descansando en columnas salomónicas que fue derrumbado por su mal estado en el año 1940, y reconstruido, con más sencillez en las obras de reparación de la iglesia, al año siguiente.
La fecha grabada por debajo del escudo episcopal, en la clave de la puerta sur, que es el mismo que hay en la torre de San Martín, y es del obispo D. Francisco II Delgado (1566-1576), con el año 1575.
Hacia 1676 se decidió sustituir la espadaña por una elegante torre que se encargó a Eufrasio López de Rojas, que finalmente no se llegó a realizar por problemas económicos.
En ella se encuentran los patronos de Arjona San Bonoso y San Maximiliano.
En la clave del arco de la puerta principal hay una cabeza de rasgos hieráticos, probablemente visigoda o románica temprana, que algunos autores identifican con un Bafomet templario.