| Kantaro de vidrio siglo I a.C. Museo Ibero de Jaén | |
[Escucha este texto]- En la necrópolis de la Cuesta del Parral.
- El hallazgo casual en Arjona de la Caja de los Guerreros tras unas fuertes lluvias en otoño de 2007, llevó el descubrimiento de una necrópolis ibera del siglo I antes de Cristo.
- Una ciudad que durante el Imperio romano fue conocida con el nombre ibero de Urgavo o Urgao.
- La originalidad de La Caja, de forma cúbica y realizada en piedra arenisca, consiste en que en sus cuatro paredes laterales se representan en relieve diferentes escenas de duelos, con luchas entre dos guerreros, tanto a caballo como a pie.
- Se cierra con una tapadera con botón, realizada en el mismo material con sogueado en aspa y en bordes, decoración que también separa las distintas escenas de la lucha.
- En su interior se encontraban intactas las cenizas de dos personas, que, según un forense de la Universidad Complutense de Madrid que ha analizado los restos, pertenecen a un hombre y una mujer, quemados a menos de 800 grados y cuyos restos fueron recogidos de forma minuciosa, como lo demuestra el que se hayan encontrado algunos trozos de huesos de la mano y el pie.
- El hombre era fuerte, de cuerpo atlético, con lesiones y enfermedades propias de las podría tener hoy un deportista, lo que da la idea de que pudo ser un guerrero, mientras que la mujer era más joven y de cuerpo grácil.
- Estos trabajos de arqueología han permitido recuperar más de veinte enterramientos, en su mayor parte colectivos, que se fechan en el siglo I antes de Cristo y que muestran ritos de cremación de clara tradición ibera.
- En una época en la que ya llevaban dos siglos conviviendo con la cultura romana.
- De entre todos los enterramientos destaca una cámara, de mayor tamaño, de cuidada mampostería, con acceso por escaleras y un rico ajuar, que es la Cámara funeraria del Príncipe Íbero de Arjona.
- Alrededor de la cámara funeraria, que es de mampostería con grandes sillares y planta rectangular y que estuvo semienterrada, se encuentran casi una treintena de tumbas separadas por la llamada zona de respeto.
- Del conjunto de materiales arqueológicos destacan 7 cráteras áticas de figuras rojas del siglo IV a.n.e. y amortizadas en el rito de enterramiento, que conviven con un ánfora Dressel, los restos de un gran vado de vidrio, una espada corta, un conjunto de 148 tabas y un importante número de recipientes de cerámica ibérica pintada de época tardía.
- Estas cráteras se fabricaron en Atenas en el primer cuarto del siglo IV a.C. y las pintaron fomosos artistas como el Pintor F64 de Londres y el pintor de Enomao. Representasn escenas míticas sobre el matrimonio y la horoización. Una de ellas es la Crátera del Príncipe que representa la fiesta nocturna de la despedida de soltero de Herakles (Hércules latino), fue realizada por el Pintor de Londres F64. La Crátera de la Dama representa el baño de Helena previo a su boda, ante la diosa del amor Aphrodita (Venus latina), fue realizada por el Pintor de Londres F64. La Crátera de la Boda en la que representa la boda del dios Apolo (puede ser Paris, principe de Troya) con Helena, realizada por el Pintor de Enomao. La Crátera del Héroe y la Diosa que representa el ascenso de Herakles a la categoría de héroe o semidios ante una Nike alada (Victoria latina), en el reverso del vaso, vemos al Héroe junto a Zeus o Atena en el Olimpo, fue realizada por el Pintor de Londres F64.
- El Príncipe se hizo sepultar con objetos de sus antepasados y con vestimenta y armas romanas, semejantes a las del jinete de Atalayuelas. El ajuar contenía además, un carro procesonal, una tapadera con su nombre en escritura ibera y un ánfora, que recibía en el interior de la tumba el vino de la libación.
- También se han excavado los restos de un carro funerario de hierro y madera con apliques y adornos de bronce, destacando el hallazgo excepcional de una cabeza de guerrero ibero que está siendo devorada o vomitada por un animal, seguramente un lobo.
- La importancia de los hallazgos se completa con la tapadera de una urna de plomo en la que aparece el nombre incompleto del príncipe allí enterrado ILTIRTIL, hijo de EKATERUTU. La escritura en ibero meridional es trascendente por tratarse de la primera vez que se documenta el nombre de un ibero.
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