| Relicario de San Jerónimo siglo XVII | |
[Escucha este texto]- Ubicada en el ala sur de las Escuelas Mayores.
- Está bajo la advocación de San Jerónimo.
- Es proyecto de Simón Gabilán Tomé.
- Es construida entre los años 1761 y 1767 por Simón Gavilán Tomé, siendo la tercera capilla que ha tenido la Universidad de Salamanca.
- Esta capilla se hizo donde estaba la antigua, que fue la segunda de la universidad, obra del arquitecto Juan de Álava, que a su vez ocupaba el lugar de la antigua biblioteca, la cual tenía una bóveda pintada con el llamado Cielo de Salamanca, obra de Fernando Gallego, que le servía de cubierta y que se hundió en dos terceras partes en 1664. En las obras de la nueva capilla, se tapó la tercera parte restante, que fue redescubierta hacia 1952, cuando se hizo una gran restauración de los edificios universitarios para las celebraciones del VII Centenario de la Universidad (1953-54), y trasladada al edificio de las Escuelas Menores. Solo comparte con la anterior la planta, pero se perdieron el resto de
elementos, incluido el retablo que tenía tablas y esculturas de Juan de
Flandes y Felipe Bigarny.
- La nueva obra se encargó a Simón Gavilán Tomé en 1761, quien realizó el
diseño de la estancia y del nuevo retablo. Éste es un retablo conforme a
la estética del s.XVIII con cierto aire que preludia el neoclasicismo;
está realizado con mármoles de colores y adornos en bronce dorado.
Presenta tres calles y dos cuerpos a los que hay que añadir el ático. Es
un retablo de pintura que hace referencia a aspectos devocionales; el
encargado de estos lienzos fue Francesco Caccianiga. En el cuerpo principal hay tres pinturas, las laterales representan a
San Juan de Sahagún en su milagro del Pozo Amarillo y a Santo Tomás de
Villanueva. En el lienzo central se representa el Juramento de la
Inmaculada Concepción; la escena se divide en dos niveles; en el
inferior están los profesores jurando ante la Biblia con un notario
comprometiéndose a defender y aceptar la Purísima Concepción, incluso
antes de ser dogma de Fe. La mayoría de los personajes que componen el
claustro son frailes. En el superior aparece la Inmaculada en una representación triunfal y
apoteósica. En el segundo cuerpo, se representa a San Jerónimo como
santo patrón en un medallón de bronce dorado. Antonio González Ruiz hizo
las dos pinturas laterales del segundo cuerpo con San Agustín y Santo
Tomás de Aquino, y el Calvario del ático. Tras el cuadro central hay un camarín con el sagrario que se ve en
Semana Santa o el Corpus. El cuadro desciende para dejar ver este
espacio, lo que se denomina retablo de tramoya ya que recuerda al
teatro, concepto muy vivo durante el Barroco.
- En uno de los laterales de la capilla se encuentra el cenotafio de Fray
Luis de León diseñado por Nicasio Sevilla a mediados del s.XIX; hay una
hornacina con el sepulcro de Fray Luis de León.
- Hay un cuadro del Beato Juan de
Ribera, antiguo alumno de la universidad, obra de Gregorio Ferro en
1796.
- Sobre la entrada hay un órgano barroco de 1709 obra del organero Pedro de Liborna Echevarría.
- En el coro se conserva el Cantoral de Salinas.Una de las obras más célebres del agustino Fray Luis de León fue la dedicada a su gran amigo y compañero de claustro en la Universidad, Francisco Salinas (Burgos 1513 - Salamanca 1590), compositor, humanista y catedrático de Música en el Estudio salmantino entre 1567 y 1590, a quien debemos la existencia de este Cantoral. Ciego desde los diez años, Salinas es hoy considerado uno de los principales teóricos de la música renacentista española, gracias a su obra De Musica libri Septem, cuya primera edición fue publicada en Salamanca en 1577. La Biblioteca de la Universidad consiguió en el año 2000 un ejemplar de esta obra de la que inexplicablemente carecía, como ya se había hecho notar en el claustro de 27 de octubre de 1777, época en la que aún la obra de Salinas se consideraba fundamental para la cátedra de Música de la Universidad de Salamanca. El códice litúrgico musical que se conserva aquí, es un libro de canto adaptado al nuevo rezado surgido del Concilio de Trento, fue mandado copiar para la Capilla del Estudio "por horden del señor maestro Salinas", según consta en una anotación del Racionero de la Catedral de Salamanca, Francisco de Herrera, en el vuelto del folio 115. La copia debió realizarse entre 1583 y 1584, pues en el claustro de 24 de marzo de 1584 Salinas pidió que se le pagara por el trabajo ya realizado a Francisco Criado, copista salmantino autor de los textos. Se sabe, además, que las letras capitales fueron dibujadas y decoradas por el miniaturista Antonio de Vega, quien dejó su impronta disimulada en una hermosa inicial en el vuelto del folio 64. Inicialmente constó de 107 folios, pero luego fue ampliado a 146, para seguir adaptándolo a los nuevos cánticos de las festividades litúrgicas. La encuadernación está formada por gruesas tablas de madera recubiertas de piel de becerro, de la que sobresalen cantoneras y bullones metálicos que cumplían una función tanto decorativa como protectora, y broches para impedir que el pergamino se deformase. El gran tamaño del codice y de su texto se debe a que la música recogida en sus páginas tenía que ser visible por todos los miembros del coro situados alrededor del facistol. Durante años el Cantoral se exhibió en el Aula Salinas de las Escuelas Mayores, sin protección y expuesto a un progresivo deterioro, hasta que en 2006 fue trasladado a la Biblioteca General Histórica y el Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE) se hizo cargo de su restauración. Se restauró entre los años 2006 y 2011.
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