Castillo de Andújar

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Hoy desaparecido.
El castillo almohade de Andújar se levantó sobre un pequeño recinto originariamente ocupado por los romanos.
El perímetro de sus murallas debió aproximar a los 1500 metros y el conjunto de la fortificación agrupaba 48 torreones, 4 torres ochavadas, 7 puertas que acabarían ampliándose a 12, torre albarrana, alcázar, antemuro, terraplén y fosos.
En el siglo XVII Andujar el castillo de Andújar poseía 3 torres muy altas y rematadas con almenas.
El castillo se encontraba rodeado de murallas y aislado respecto de la población.
El emir Abd Alláh llevó a cabo, en el 888, el proyecto de repoblar y fortificar la ciudadela, actual casco viejo.
A partir de la batalla de las Navas de Tolosa, los castellanos convirtierón la fortaleza en un instrumento estratégico para avanzar líneas, desde Vilches, que favorecieran el control de la ruta del Guadalquivir y la contención de Córdoba.
Después de una conquista efímera por Alfonso VII, la ciudadela se rindió a Fernando III, en 1219 vinculando su suerte, a partir de de entonces, a la Orden de Calatrava que nombró entre sus alcaides a algunos tan afamados como Don Rodrigo y, su hijo, Jorge Manrique.
Participó en el conflicto entre las órdenes de Santiago y Calatrava
Fué uno de los pocos de la provincia que tomó de partido por el bando de Enrique IV.
Los Reyes Católicos autorizaron un desmantelamineto parcial en pago de prestaciones.
Con mojtivo de la visita al municipio de Isabel II se derribó la Puerta del Peso de la Harina y, poco después, las del Arco Grande y el Arco Chico.
En 1605 el rey Felipe III entregó el castillo a D. Alonso Serrano Piédrola, que fue nombrado alcaide perpetuo del castillo y regidor o caballero veinticuatro de la ciudad.
Las tropas de los generales Dupont y Blodeau que pernoctarón allí con ocasión de participar en la batalla de Bailén, no fueron nada cuidadosas con las instalaciones.
Con la Desamortización el castillo se transfirió a la tutela privada reservanto a la ciudad el derecho a ocuparlo siempre que sus habitantes estuviesen en peligro convirtiéndose así, primero, en casa de vecindad, luego, en casino.
Era un castillo grande, fuerte con cuatro torres, foso y contrafoso.
El Castillo ocupaba la manzana en la que hoy se encuentra la Sala Tívoli.
En fecha 5 de Enero de 1.932, se aprobó por unanimidad de todas las fuerzas políticas el derribo del Castillo.
En el siglo XX fue derribado para levantar en su lugar el Cine Tívoli.