Se trata de una aldea bajomedieval que conserva su castillo, la Torre de Alcázar.
Según Jimena Jurado, en el siglo XVII había quedado reducida a unos cortijos junto a los restos de muros y torres.
En el siglo XVIII el Catastro de Ensenada menciona la "torre y monte Alcázar" como sitio de tierras de sembradura y de un monte con encinas y chaparros.
En el siglo XIX Pascual Mandoz cita la Torre del Alcázar entre los principales cortijos del término de Torredonjimeno.