Iglesia de Santa María

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Ubicada en la Plaza de Santa María a la que da nombre.
Es la obra arquitectónica más emblemática de Cazorla después del Castillo de la Yedra.
Fue el monumento más importante del Adelantamiento.
Con la perdida de la propiedad de estas tierras por parte del arzobispado de Toledo en favor de don Francisco de los Cobos, secretario de Carlos I y de su hijo Felipe II, que concedieron el adelantamiento de Cazorla en propiedad y heredad para sus sucesores, la casa de Los Cobos, como todos los nuevos magnates del siglo XVI, realizaron grandes inversiones económicas en obras arquitectónicas, fundamentalmente religiosas, siguiendo la política de la contrarreforma.
Esto ya había sido evidente en Úbeda y Sabiote, donde el secretario del rey tenía grandes posesiones.
En 1545 el cardenal Talavera nombraba Adelantado de Cazorla a Francisco de los Cobos, uno de los grandes mecenas del renacimiento e impulsor de las obras de Santa María.
De traza renacentista (Siglo XVI) obra de Andrés de Vandelvira.
La villa hasta el siglo XVI, apenas si debió superar en expansión la ribera del Río Cerezuelo.
Seguramente conectando ambas márgenes había algún tipo de puente de madera o piedra.
Para esta construcción era necesario solventar el problema de incomunicación de las dos márgenes del Río Cerezuelo, para lo cual se emprende la obra de construcción de la impresionante bóveda (Bóveda del Río Cerezuelo) que cubre el río, permitiendo diseñar un extenso espacio, planificado urbanisticamente, donde se colocarían las nuevas dependencias publicas presididas por un gran templo.
La bóveda es de medio cañón, muy compacta y se adapta a los desniveles del río en todo el trazado de la plaza, nivelándose con tierra para dar la imagen actual.
El Río Cerezuelo, que entra en una gran bóveda bajo el altar mayor, atravesando toda la iglesia, para continuar sus curso bajo la Plaza de Santa María.
La Iglesia se diseña en la parte sur, presidiendo la nueva plaza, para lo cual, los muros del este, están cortados sobre la roca del propio cerro, sobre los que se levantaran los paramentos superiores.
La planta de la construcción es de salón (rectangular), con tres naves, la central mayor que las dos laterales.
Presenta un ábside plano y a los pies, posiblemente dos torres, de las que solo quedan restos de una.
Sobre el crucero se elevaba una cúpula. El crucero sufre un ligero estrechamiento en el lateral SE debido a la roca sobre la que se articula y construye el templo.
Solo se conservan los arranques de los enormes pilares y algunos paramentos desnudos.
La espléndida traza de la torre y la capilla bajo ella, conocida como de los Camarasa o del Baptisterio.
Unas deterioradas pinturas al fresco en la denominada capilla de ¿San Cristobalón?, junto al altar. Esta capilla se cubre con una bóveda vaída.
La bóveda acasetonada, (cuadros=casetones) que hay sobre el ábside y el altar mayor.
La fachada norte, hoy se accede por una escalinata, este un añadido posterior, merece destacar el frontispicio y hornacina sobre la torre, rematado por dos altorrelieves representando a dos alegorías: la justicia y la fortaleza.
La portada oeste, es de fina traza y líneas clásicas, con arco de medio punto y orden compuesto, destacan los altorrelieves de dos figuras delimitando las enjutas del arco y rematado con una cornisa.
La capilla de la sacristía, con una espléndida escalera de caracol que asciende hasta la parte superior de las bóvedas.
En la parte posterior de la Iglesia, destaca la magnifica solución de paramentos y vanos que aligeran el gran volumen construido.
Los materiales empleados son la piedra como elemento principal, en las partes bajas caliza viva de gran dureza y en el resto de los paramentos la tradicional toba, más fácil de trabajar y sobretodo menos pesada, lo que aliviaría el peso sobre la bóveda del río.
Para las terminaciones y partes mas nobles, además de los revestimientos interiores, se utiliza la magnifica arenisca de la loma de Úbeda.
En 1.694 (1 de Abril) el Río Cerezuelo tras un gran diluvio inundó el templo, destrozando los retablos, y arrastrando fuera del lugar sagrado imágenes, ricos ornamentos...
Los continuos problemas que suponen los pleitos interpuestos por la Iglesia de Toledo contra la casa de los Cobos, marqueses de Camarasa, para recuperar las tierras del adelantamiento, provocan la interrupción de las obras y que la construcción quedara inacabada, agravado este hecho por la inundación de 1694, que acabo con las posibilidades de finalizarla.
Asimismo durante la guerra de Independencia, los franceses la desvalijaron, sufrió varios incendios que motivaron su ruina.
Conserva la capilla mayor, el muro de la epístola, con una portada de finales del XVI, y la torre con una hornacina y ventanal manierista.
Tradicionalmente se ha venido atribuyendo a Andrés de Vandelvira, arquitecto de los programas edificios de los Cobos.
En su ejecución, en el último cuarto del XVI, intervinieron los maestros canteros Diego de Alcaráz y Gabriel Ruiz Tauste.
Durante algún tiempo del siglo XX, la iglesia ha tenido uso de auditorio.