Tiene una talla que representa a San Joaquín cuando recibe el anuncio del ángel. Cuando San Joaquín fue expulsado del templo por no tener descendencia, humillado reunió ganado y pastores y, sin avisar a su esposa, huyó al monte a pedir a Dios la deseada descendencia. Su oración es oída y un ángel le porta el mensaje de su futura paternidad: Ana estaba encinta de una niña. En la escena aparece San Joaquín llorando con un pañuelo para las lágrimas, y en la parte superior derecha el ángel anunciandole la buena nueva de que Ana estaba en cinta de una niña. El ángel porta en las manos un rollo de pergamino. Al fondo se ve el paisaje, con el detalle de mostrar el interior de la tierra, de moda en las tablas flamencas de la época. En este paisaje se ve al rebaño dividido en dos grupos, uno subiendo por una ladera con el pastor, en primer plano el otro grupo que está pastando y en lo alto de la ladera hay un hombre acostado en el suelo con su mano izquierda protegiendose de la luz.
Soy un ángel de Dios que me he dejado ver hoy a tu mujer cuando hacía oración sumida en llanto; sábete que ella ha concebido ya de ti una hija (PS Mateo, 2,1)
En su venera con enjutas de dragones enfrentados, tiene un músico con un violín.
La talla principal se encuentra entre dos pilastras, la de la izquierda con un capitel de cabezas y la de la derecha con un capitel corintio. El bajorelieve de la pilastra izquierda tiene dos aves enfrentadas.
Bajo la talla principal hay un relieve de un jarrón con dos cabezas de dragón enfrentadas, una a cada lado. Este relieve se encuentra entre las basas de las pilastras. La basa izquierda es de cornucopias y la de la derecha es un tondo con una cabeza de guerrero.
El bajorelieve de sus pies representa a dos dragones enfrentados.
En su espaldar tiene un bajorelieve floral con una corona.