| Ortostatos con petroglifos | |
[Escucha este texto]- Ubicado en el paraje de la
Tierra Llana.
- Es parte del el
conjunto dolménico de Soto o La Lobita situado en la
margen derecha del Arroyo Candón.
- El acceso se realiza
desde la carretera N436 que une San Juan del Puerto con Badajoz.
Desde el pueblo de Trigueros parte una pista señalizada
a derecha que conduce al yacimiento.
- Este dolmen es colosal
por su tamaño, monumentalidad y alto valor simbólico
el dolmen de Soto l fue la
construcción principal del grupo.
- Cuenta con un túmulo
de morfología semicircular de 70 m de diámetro
máximo y 3,5 m de altura, conocido como El Zancarrón,
un atrio externo abierto y una gran galería cubierta,
orientada al este, de 21,5 m de longitud, cuya anchura y altura
se incrementan de manera progresiva desde la entrada hacia la
cabecera.
- La pared derecha está compuesta por 30 ortostatos,
la izquierda por 33, y la cabecera cierra la estructura con
una gran pieza de 3,4 m de altura, 3,1 m de anchura y unas 21
toneladas de peso.
- La mayor parte de los ortostatos y losas
de cubierta proceden de diversos afloramientos situados a unos
4 km al norte, junto al cauce del Arroyo Candón, aunque
también se presentan materiales de medios geológicos
más lejanos.
- Muchos de los ortostatos, al igual que algunas
losas de cubierta, poseen un gran número de grabados
y pinturas formando asociaciones complejas de motivos figurativos
esquemáticos: elementos geométricos (ángulos,
zigzags y serpentiformes), antropomorfos, bandas, cazoletas,
círculos, líneas y armas.
- Si bien en el transcurso
de los trabajos arqueológicos se documentó la
existencia de enterramientos y ajuares funerarios diversos,
su funcionalidad tuvo que ser más compleja que la estrictamente
funeraria, puesto que la envergadura y carga simbólica
de su construcción no se corresponde como contenedor
reservado al enterramiento exclusivo de 8 individuos.
- Otra particularidad
es que integra en su estructura un alto número de estelas
y menhires que procederían del mismo lugar o de distintos
sitios megalíticos del entorno (menhires o círculos
de piedras), elaborados en momentos anteriores a la construcción
del dolmen, por tanto, de posible cronología neolítica.
- Destaca el caso del denominado ortostato 21, una estela antropomorfa
dotada de grabados que definen sus rasgos faciales y sexuales
en relieve (ojos, cejas, nariz, pechos) y motivos diversos (cinturón),
que se recolocó de manera invertida realizándose
un nuevo grabado antropomorfo en la zona superior.
- La reutilización
de estos materiales en las paredes y en el techo de la estructura
megalítica aúna una doble funcionalidad: constructiva
y simbólica. El hecho de integrar elementos pétreos
de antiguas generaciones en la nueva construcción supone
una mayor valorización y legitimación como estructura
sagrada.
- Para su construcción se requirió contar
con un gran número de personas procedentes de distintas
aldeas del entorno y, seguramente, de ámbitos geográficos
más distantes (ocupando posiblemente a miembros de varias
generaciones de familias que trabajarían en el lugar
durante períodos prolongados).
- Esta magna obra requeriría
iniciativa y trabajo colectivo, con una planificación
ordenada de los complejos procesos que se requieren para la
construcción de grandes megalitos, sustentados en el
convencimiento de una ideología y un sistema de creencias
compartido, quizás con el objeto de erigir un gran monumento
que perdure en el tiempo y que integre materiales de tiempos
remotos, concebido como sitio de referencia territorial para
las distintas comunidades que habitaron este territorio y espacio
para la celebración de ritos y ceremonias.
- En definitiva,
pudo ser un gran santuario del III milenio a.C. destinado al
culto a la muerte, veneración de las divinidades y tributo
a la memoria de sus ancestros, cuyo uso pudo perdurar incluso
en el II milenio a.C.
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