| Barranco que salva el primer tramo | |
  [Escucha este texto]- Acueducto del que se conservan dos partes separadas unos trescientos metros.
- El primero salva el arroyo del Barranco de Toribio, que desemboca en el Río Guadalquivir y se ha utilizado en tiempos recientes como puente para salvar el arroyo. Esta primera parte del acueducto fue descubierta por Don Antonio Ceacero Hernández y bautizado como Acueducto de Claudia, nombre de su hija. Don Antonio Ceacero Hernández también descubrió los restos de la presa que alimentaba al acueducto en el siguiente arroyo aguas arriba, presa que hoy en día se encuentra no visible pues ha sido enterrada de forma natural por los movimientos de tierra que se dan en las cercanías del Río Guadalquivir.
- Junto a este primer tramo se conserva la continuación de la canalización del acueducto.
- Y el segundo salió a la luz por unas fuertes lluvias, ye que se encontraba enterrado, junto a esta parte del acueducto apareció también pudimos observar lo que parece la esquina superior de una cisterna de hormigón. Junto a esta posible cisterna vimos en superficie algunos materiales, como ladrillos macizos y que no tenga relación alguna con el acueducto, todo esto a expensas de que lo certifique o no un estudio arqueológico.
- La estructura del acueducto parece no ser romana, mas bien parece medieval o posterior, pero habría que hacer un estudio para determinar su antigüedad exacta.
- Los dos tramos de arcadas del acueducto se componen ambos de un ojo de arco de medio punto compuesto por lajas de piedra, y la construcción de ambos es de mampostería local conformando el típico calicanto. En ningún caso se ha utilizado cantería.
- El hecho de que el segundo tramo estuviese enterrado le puede dar una cierta antigüedad al acueducto, pero hay que tener en cuenta que los movimientos de tierra cercanos al cauce del Río Guadalquivir se pueden producir en periodos de tiempo muy cortos, por ejemplo la presa que pudo fotografiar Don Antonio Ceadero, pocos años después ya no se puede ver pues se encuentra totalmente enterrada. Lo que nos lleva a decir una vez más que es necesaria una investigación para tratar de dilucidar la antigüedad del acueducto en cuestión y de la posible cisterna.
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