Basílica de San Ildefonso

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Ubicada en la Plaza de San Ildefonso en el Barrio de San Ildefonso.
Está considerada como el segundo templo de la ciudad, tras la propia Catedral de Jaén.
De origen medieval y hasta donde llegó la segunda ampliación de la muralla árabe para proteger aquel arrabal, que se había poblado en exceso.
Su primer dato histórico es de 1248 en el Ordenamiento de la Capilla de San Ildefonso recogido en el Códice Gótico de la Catedral de Jaén.
Se estima que se fundó como parroquia en el siglo XIV, constando como tal en 1400, era una parroquia pobre de grandes dimensiones, aunque más reducidas que el templo actual, puesto que carecía de las naves laterales, de la portada principal y de la nave del descenso, tras el tabernáculo.
Su importancia se acrecentó a partir del milagroso Descenso de la Virgen fechado en la noche del 10 al 11 de junio de 1430. Desde este momento la pequeña capilla se convierte en un gran templo, con el empaque de una catedral.
La consolidación cristiana será tardía y se llevará a cabo en la iglesia de San Ildefonso, ubicada en el ensanche y fuera del casco urbano musulmán (siglo XV). Bóvedas ojivales a similar altura cubren la planta incorporando por primera vez el deambulatorio.
Sus muros más antiguos son los norte y este, donde aparece cegada su puerta primitiva, mandada labrar por el obispo insepulto, Alonso Suárez de la Fuente del Sauce, con una composición gótico Isabelino que ha sido restaurada posteriormente con un mosaico de Santiago Pedrós, representando el descenso de la Virgen a Jaén en la noche del l0 al 11 de junio de 1430.
La portada gótico isabelina enmarcaba la antigua puerta de entrada a la ampliación que Don Alonso Suárez de la Fuente del Sauce, cuyos blasones gemelos con una fuente hexagonal y un sauce en su interior lucen a los lados de la Virgen, hizo para dar entrada a la primera capilla que tuvo la Virgen en la parroquia de San Ildefonso, en el lugar donde según la tradición se detuvo la procesión, junto al fondo de la iglesia en el ángulo izquierdo.
A mediados del siglo XVIII, en época del obispo fray Benito Marín, al ser colocado en el interior del templo al Retablo del Descenso, retablo barroco del Duque Cornejo-Calvo Bustamante, la puerta fue lodada definitivamente. La intervención de fray Benito en San Ildefonso por el encargo del retablo presidido por su escudo, presente también en su interior y coronando la portada neoclasica.
La Puerta de traza gótica, está coronada por la imagen de la Virgen de la Capilla, conocida popularmente como la Virgen de las Uvas, que es la única que ha llegado hasta nosotros con el aspecto original de la talla, o sea, con corona y cetro incorporados en una pieza.
El nombre popular de Virgen de las Uvas es porque se ve como el niño le da un racimos de uvas a la virgen, la cual lo está cogiendo. Esto se puede aludir a dos momentos: El primero y más obvio al vino, lo cual nos remite a la sangre de Cristo; y el segundo es a la gran abundancia de cultivo de vides que había por la provincia, resultando irónico que ahora sea de olivos. La advocación de la Virgen de las Uvas o de la Granada, una advocación de finales del siglo XV que con la granada simbolizaba la plenitud espiritual.
Manuel López Pérez e Isidoro Lara Martín, nos dicen que la imagen de la virgen que se venera en el interior de la iglesia, en madera policromada, tenía también la corona y el cetro incorporados, pero estos objetos le fueron aserrados en el siglo XVII para vestirla con más facilidad y poder ponerle una corona de mayor tamaño, que sujetara el manto.
El muro norte presenta robustos contrafuertes semicirculares en forma de torreón. Hay otro contrafuerte semicircular en la esquina sureste del templo, en la parte derecha de la fachada neoclásica.
Sobre el contrafuerte de la derecha de la portada renacentista (Basílica de San Ildefonso. Portada Renacentista) se encuentra la Cabeza del Ladrón (Basílica de San Ildefonso. Cabeza del Ladrón).
Entre ellos se abre una portada renacentista, obra de Francisco del Castillo, el Mozo del siglo XVI.
Sobre el arco de medio punto, 2 estípites antropomórficos alegorías paganas de la abundancia y sobre ellas un relieve con la imposición de la casulla a San Ildefonso, flanqueado por columnas corintias que sostienen un triángulo con el Padre Eterno en el centro. Esta se sitúa entre dos contrafuertes circulares en el muro norte.
En los laterales, escudos del obispo Pacheco que mandó levantar la Iglesia.
La fachada principal u occidental es neoclásica, proyecto de Ventura Rodríguez del XVIII, realizado por Francisco Calvo.
Formada por cuatro columnas de orden compuesto adosadas, sosteniendo una cornisa en el que apoya un frontón triangular.
Detrás de él y sobre el muro de fachada está colocado un pedestal con la figura de San Ildefonso, con dos flameros a cada lado.
A la derecha, correspondiendo con la antigua torre de la Iglesia, hay una torre de dos cuerpos coronada con cúpula.
A la izquierda, la torre que fue construida en varias etapas como rememoran los distintos escudos de obispos que jalonan sus tramos. Está ubicada en el ángulo noroeste se inició bajo el obispo Sarmiento de Mendoza (1580-1595) y consta de tres cuerpos que se rematan con un chapitel cónico realizado por el arquitecto Francisco Calvo, estando formado por dos columnas a cada lado de una puerta adintelada con un óculo por encima y un entablamento en cuyo friso va una leyenda. Se completa el conjunto con una pequeña torre ya que el cuerpo de campanas arranca directamente del plano de fachada.
En la fachada se conserva una hornacina en azulejo policromado de Nuestra Señora de la Capilla.
El interior es de planta de salón con tres naves de pilares compuestos que sustentan arcos apuntados, revelan unos orígenes del gótico final.
Gótico y renacimiento se dan la mano en el cuerpo de la torre del campanario y bóveda de nervios góticos.
Los pilares compuestos por haces de columnas que forman los arcos apuntados divisorios de los tramos abovedados y nervaduras que dibujan estrellas rellenando los espacios vahídos. Su estilo responde al final del gótico y probablemente lo que hoy conocemos fuera realizado bajo el episcopado de Alonso Suarez de la Fuente del Sauce (1500-1520).
El presbiterio está delimitado por gradas y cubierto por una bóveda elíptica con pintura al fresco.
El Tabernáculo es barroco, de Pedro Duque.
Entre las numerosas capillas destaca la dedicada a la Capilla de la Virgen de la Capilla de finales del siglo XVI y principios del siglo XVII, presidido por una talla gótica de tiempos del rey Fernando III. Con camarín y monumental rejería. Según el relato del descenso, la imagen que trasladó el obispo Gonzalo de Zuñiga como representación fiel del testimonio de María Sánchez una de las videntes, correspondía a una imagen de una virgen gótica carente de advocación que estaba en uno de los altares de San Ildefonso y que situó en una capillita con rejas de madera junto a un altar . Continua diciendo "....los devotos fieles que acudian en sus necesidades de socorro decían: vamos a visitar a la Imagen que esta en la capillita, de donde se quedo con el nombre de nuestra Señora de la Capilla".
La Capilla del Bautismo, cuadrada, está cubierta por media naranja con claraboya cenital, decorada con dibujos de yesería; hay un pequeño retablo neoclásico y un óleo del bautismo de Cristo. El cerramiento es una reja procedente del presbiterio, del maestro Joseph del Alcázar.
La capilla siguiente, a la derecha, alberga los pasos de la cofradía de la Vera Cruz y María Santísima de los Dolores, fundada en 1541 y es la primera cofradía de Pasión que se funda en Jaén. Sus imágenes son recientes.
El altar, en mármol rojo como el frontal de la Oración del Huerto, imagen también reciente.
Otro altar, también en mármol rojo, de la Virgen del Pilar.
La puerta de la Sacristía, de madera con talla de estrellas poligonales.
La capilla de la patrona de la ciudad de Jaén, la Virgen de la Capilla, tiene una nave lateral por detrás del presbiterio, la iglesia tiene abiertas unas amplias vidrieras que permiten contemplar desde la calle la capilla y camarín de la Virgen.
El testero es un retablo barroco en el que un altorrelieve se refleja la procesión del Descenso de la Virgen a Jaén en 1430, que con un cortejo celestial se detuvo en este templo. Sobre éste, el camarín de la Virgen donde está la talla vestida, aunque es bidimensional, ya que esta talla debió formar parte de algun retablo antiguo.
En el lateral izquierdo de la capilla hay una hornacina cerrada con puertas de acero, en cuyo interior, en cofre de plata, se encuentra el documento notarial que narra el Descenso de la Virgen a Jaén.
Está decorado con cinco medallones: el escudo de Jaén, la Anunciación, el Descenso, la Presentación y el escudo de la Cofradía.
Conserva grandes retablos como el del Descenso de la Virgen, San Benito, San Antón y las Ánimas y un precioso Tabernáculo, obras del gran tallista cordobés del XVIII, Duque Cornejo.
La devoción popular a la Virgen de la Capilla ha ido acumulando ofrendas, en algunos casos muy valiosas, pero no se conservan todas por las rapiñas de las guerras. Hay que destacar la colección de veintiún mantos para vestir la talla, las coronas de la Virgen y el Niño, modernas, que sustituyen a las robadas en la última guerra, con siete quilos de peso: tres y medio de oro y el resto de plata. En ellas están grabadas los escudos de Jaén, de la Cofradía, del obispo del Descendimiento Gonzalo de Zúñiga, del obispo de la Coronación Manuel Basulto, y del de la Recoronación Rafael García. (Normalmente tiene puesta la de "diario").
El frontal de plata del altar, el trono también de plata, como también de plata son la lámpara donada por el Ayuntamiento, la Cruz del altar, los candeleros, sacras, rostrillo y media luna.
En la antesacristía y en la sacristía, que ofrece una interesante labor de yesería en la bóveda, se guardan cuadros, tres sitiales de coro barrocos, y objetos de culto, algunos de gran valor. Ambas formaron el paralepípedo de la planta actual por su lado meridional en el siglo XVIII.
A los pies del templo en el lado de la epístola, hay un gran cuadro de San Cristobal se hizo expresamente para San Ildefonso. Se trata de un óleo de grandes dimensiones (7,50 x 5,60 metros) titulada San Cristóbal y pintada por José García Espantaleón en 1813. Representa al santo con el Niño Jesús a cuestas, atravesando un río, y apoyado en una palmera. En la otra orilla del río se encuentra una tienda en cuya puerta hay un anciano. En la parte inferior hay una cartela donde se indica el nombre del prior, don Tomás Muñoz, y el de los donantes de la obra, Francisco López y Granados junto con su esposa María Felipa de Martos y Molina, ambos feligreses de San Ildefonso.
El 9 de junio de 2010 fue declarada Basílica menor por el papa Benedicto XVI, celebrándose el día 14 de noviembre una misa de acción de gracias presidida por Antonio Cardenal Cañizares Llovera, Prefecto de la Sagrada Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, esta celebración concluía el proceso iniciado en 2008, siendo párroco el Ilmo. Mons. D. Manuel Bueno Ortega.
En esta iglesia se halla la Cripta de Andrés de Vandelvira con los restos del arquitecto de las catedrales de Jaén y Úbeda, fallecido en 1.575.
Hay fósiles de ammonites (Ammonitico Rosso) incrustados en el mármol denominado Rojo de Cabra. Este mármol se caracteriza precisamente por la existencia de éstos. Los altares laterales de la Basílica de San Ildefonso son del mismo material. Son de mayor tamaño que los del Sagrario (Catedral. Sagrario) y se precian mejor aún. Están presentes en la base de todos los altares, pero donde mejor se aprecian son en el altar de las Ánimas (Basílica de San Ildefonso. Altar de las Almas), y en el Altar de la Virgen de la Antigua o del Cristo del Valle (Basílica de San Ildefonso. Altar de la Virgen de la Antigua o del Cristo del Valle). Ambos se localizan en el lateral izquierdo de la Iglesia o Nave del Evangelio, mirando de frente al Altar Mayor.
Junto a la Basílica de San Ildefonso se encuentra la casa de la Virgen (Basílica de San Ildefonso. Casa de la Virgen).
Referencia catastral 0804517, 0804716VG3800S0001PJ.