Cardenal Merino

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Esteban Grabiel Merino
Nació en Santisteban del Puerto en el año de 1472.
Fue hijo de Don Alonso Merino y de Doña Mayor.
Ambos, grandes cristianos, dieron a Don Esteban una buena educación.
Pronto comenzó a estudiar en la Universidad de Salamanca Gramática y muy joven ya sabía latín y retórica, graduándose en Arte y dio comienzo a los estudios de Teología y hasta llegóo a estudiar algo de Medicina, y sintiendo también inclinación por las armas.
De vuelta a Santisteban, ya había muerto su padre, siendo acogido por su pariente el Conde de Santisteban.
Viajó junto con éste hasta Italia para allí emprender la reconquista del Reino de Nápoles.
Por entonces, Merino ya era Capitán y Cabo de ocho Compañías.
Fue nombrado en Bolonia Camarero y Nuncio del Papa Julio II para los primeros contactos de éste con Fernando el Católico.
De Italia pasó a Flandes y de luego a Alemania, donde realizó tales proezas que, conociéndolas el Rey Felipe I, lo envió a roma para tratar con Su Santidad graves asuntos de Estado.
Fue su embajada tan del agrado del Papa que lo nombró Canónigo de Jaén.
En 1513 el Papa León X que lo colma de beneficios, lo nombra Arzobispo de Bari en 9 de Mayo y el 28 de Agosto Arcediano de Baeza, y el mismo Papa lo nombró Nuncio en España.
Estuvo en la Coronación de Carlos V el cual lo recibió con benévolo y propio afecto y aspecto aunque como admirado dijo esto: Canónigo Don Esteban, yo entendía, según vuestra fama y hechos y lo que me habín dicho de vuestra gran prudencia, que peinabades canas, mas yo me huelgo de vuestra menor edad porque tendréis tiempo para servirnos y yo de gratificaros.
Cuando Carlos V alcanzó la dignidad de Emperador de Romanos le hizo Proveedor General de su Ejército, único hombre que tenía toda su confianza y a quien consideraba que podía dar un cargo de tanta responsabilidad y acompañándolo desde entonces a todas sus campañas.
En Italia fue Embajador de la Señoría de Venecia y asentó las bases para las paces entre el Emperador y los Reyes de Inglaterra y Francia.
Fue embajador en Roma y Pacificador General de todos los Reinos de España.
El 12 de Junio de 1523 el Papa Adriano VI le concede el Obispado de Jaén, siendo trasladado del de León.
Durante su pontificado en Jaén la obra más importante que realizó fue el inicio de la construcción de la Catedral de Jaén.
En esta Catedral se guarda el Misal de Merino, verdadera joya y que es el orgullo del Museo catedralicio.
En 1526 forma parte del Consejo de Estado y es nombrado Nuncio ante el Rey de Francia.
Carlos V en carta de su propia mano lo nombra Embajador Imperial ante el Papa Clemente VII.
Intervino en Alemania en las guerras entre el Emperador y el Duque de Sajonia.
Carlos V se vio amenazado de presentar batalla al Duque con un reducido número de tropas, ya que la falta de dinero le impedía mantener más efectivos. El Duque que, con un ejército superior, iba ganando terreno día a día por lo que Carlos V acudió a pedir ayuda y consejo a Don Esteban Gabriel Merino, a la sazón Obispo de Jaén. Este, confiando más en la Providencia Divina que en los medios humanos, le prometió su ayuda. Se valió, gracias a sus dotes de persuasión y a sus influencias, de forma que consiguió una alta cantidad de dinero, y con él marchó a la comarca alemana de Tudescos con el fin de reclutar gente para el ejército del Emperador. Allí, y fiado solamente de la palabra que le dieron de acudir a la batalla, fue entregando el dinero a la vez que les indicaba el lugar donde habín de reunirse.
Una vez realizada su misión se entrevistó con el Emperador, que conocedor de la forma en que había entregado el dinero, se incomodó con él diciéndole agriamente: "Para tan grande priesa y aprieto muy al fiado y a la larga va esto".
Llegó la víspera de la gran batalla y las tropas contratadas por Merino no llegaban, por lo que el Emperador, viendo perdida la contienda, lo despidió lejos de sí.
Don Estegan Gabriel se retiró todo pesaroso a una torre que había por allí y se entregó a la oración rezando una y otra vez el "Salmo Deus in ediuterium", y pidiendo a Dios que remediara aquella crítica situación.
Efectivamente, a las cinco de la tarde, cuando ya se daba todo por perdido y las tropas del Duque se preparaban para arrasar al mermado ejército que el Emperador había reunido, empezaron a acudir los hombres de Tudescos en número de diez mil, y que una vez repartidos en dos ejércitos, no tuvieron necesidad de dar la batalla, ya que los del Duque al ver aquel numeroso y bien armado ejército ante ellos, huyeron sin presentar pelea.
Entonces el Emperador buscó al Obispo de Jaén y sacándolo de la torre, lo abrazaba no cesando de pedirle perdón de rodillas y gritando lleno de gozo: "No ha tenido Rey tan grande vasallo"; pero Merino lo levantaba diciéndole que él no había tenido parte alguna en aquella victoria, sino la Virgen de la Capilla de Jaén y San Estaban Protomártir a los que se había encomendado fervorosamente.
En 1530 asiste en Bolonia a la Coronación de Carlos V como Emperador de Occidente y Rey de los Lombardos
El 2 de Setiembre del mismo año fue nombrado por Clemente VII Patriarca de las Indias, cesando en el Arzobispado de Bari.
En las Indias fundó en Panamá la Diócesis de San Esteban.
El 21 de Febrero de 1533 fue nombrado por Clemente VII Cardenal Presbítero
El 5 de Noviembre de 1534 recibe el título de San Vidal y más tarde el de San Juan y San Pablo.
Murió en Roma el año 1535, y según las crónicas de la época "la gente lo acompañaba en su entierro por las calles llorando, siendo el mayor entierro que a un extranjero se le hiciera".
Su cuerpo fue depositado en la iglesia de Santiago de los Españoles pasando, al vederse ésta, a la de Monserrat donde existe un extraordinario sepulcro de alabastro con estatua yacente del Cardenal.