[Escucha este texto]- La mayor parte de las obras fueron realizadas desde 1523 a 1549, dirigidas por el cantero Juan de Mojica.
- El interior, de una nave con capillas, está dividido en tres tramos cuadrados cubiertos con bóvedas góticas y separadas por arcos fajones apeados en semicolumnas.
- En el retablo tiene pinturas de José Fernández Ríos.
- El exterior, con portada renacentista (Plateresco muy temprano, tanto que es el primer plateresco de la provincia) bastante deteriorada, de dos cuerpos, el superior con hornacina, y el inferior en torno al arco de medio punto, con arquivolta adornada con doce caras de ángeles o virtudes, y en las enjutas, medallones con bustos de Santa Catalina de Siena y Santo Domingo.
- También presenta un campanario al que se accede por escaleras de caracol y desde donde se divisa un inmejorable paisaje de la villa, así como algunas gárgolas góticas.
- De ella procede un Jarrón de la Alhambra que se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional. Con unas dimensiones de Altura = 134 cm; Diámetro = 65 c. Jarrón del tipo de los llamados de la Alhambra, de forma esbelta y contorno elegante, base cónica invertida sin vidriar y decorada con estrías; dos asas tipo aleta, una de ellas fracturada; cuello esbelto facetado en ocho caras. La decoración es a base de vidriado azul y dorado. El cuerpo está decorado con bandas verticales en azul separadas por otras en dorado, con motivos geométricos y de ataurique. En el arranque del cuello, una inscripción en caracteres cúficos. Fue hallado al labrar un campo en fecha incierta y trasladado al templo de Nuestra Señora de Hornos, donde se encontró empotrado en el suelo, soportando un cuenco usado como pila benditera. Adquirido por V. Juan y Amat. Estuvo depositado en el Instituto Valencia de don Juan. Inscripción: Toda fuente brota pareciendo la más perfecta corriente y acrece
benignidad abundante y excelentes dichas Y afirma el recuerdo de la
felicidad y de la pobreza que desvaneció mañana y tarde la fortuna del
tiempo. Trascripcion e interpretación del que fue académico D. Eduardo
de Saavedra, consta de dos versos, tomados, sin duda, de alguna
composición más larga.
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