Iglesia de la Magdalena

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Se encuentra en el Barrio de laa Magdalena al que le da nombre.
Ubicada en la Plaza de la Magdalena número 16 con referencia catastral 9910901VG2891S0001AS.
Instaurada en el siglo XIII.
La más antigua de las parroquias de la ciudad exceptuando la desaparecida Iglesia del Salvador en el Castillo de Santa Catalina.
Por lo tanto es el vestigio más antiguo de templo que encontramos en la ciudad.
A pesar de ser reconvertida en la iglesia del mismo nombre tras el proceso de cristianización llevado a cabo a partir del siglo XIII, durante la Reconquista, mantiene la estructura original, aunque adaptada al culto cristiano.
En cualquier caso, la orientación hacia el norte del altar mayor y la apertura del acceso principal en el muro sur con una bella portada tardo-gótica, no hace olvidar la disposición transversal de las naves en el edificio original.
Igual sucede con el sahn, transformado en claustro lateral o con el minarete, reconstruido por Luis Berges Roldán en 1969.
El templo fue construido sobre los restos de una mezquita árabe, de la que conserva el estanque para abluciones y el alminar.
Modificado en el siglo XVI por el obispo Suárez de la Fuente del Sauce y Esteban Gabriel Merino quedando como un templo de arquitectura gótica, de planta rectangular, con cuatro naves separadas por pilares rectangulares no alineados que soportan arcos apuntados y determinan bóvedas de nervios.
Su fachada principal e interior es de estilo gótico isabelino.
Con cuatro naves.
La torre es un alminar árabe reformado en el siglo XVI por Andrés de Vandelvira (así como el coro alto de la iglesia), concretamente en 1555, que le añadió un cuerpo octogonal rematado con cerámica vidriada. En documentos del siglo XVI siguen denominándola torre morisca.
También en esta remodelación se tapó una de las naves para adecuar la sacristía y alguna capilla de patronato privado.
Y en la década de los años sesenta del siglo XX ha sido objeto de importantes restauraciones culminadas por el arquitecto Luis Berges Roldán.
La iglesia es de proporciones cuadradas, aunque irregular.
Cubierta mediante bóvedas de nervios apoyados en ménsulas por encima de los capitales.
En estos nervios y en la iglesia contiene 80 cabezas de dragón.
El presbiterio se dispone en una capilla del testero plano.
La portada principal es del gótico isabelino del primer cuarto del siglo XVI pero completada a lo largo de esa centuria. Aparece enmarcada por pilastras con haces de baquetones y rematada en flameros y crestería sobre cornisa a modo de alfiz. El arco de acceso de medio punto rebajado parece posterior a juzgar por las dovelas que se aprecian en el tímpano y los escudos del Cardenal Merino (1523-1535), destacando un altorrelieve plateresco de la Magdalena, penitente, postrada y con el pelo suelto, rodeada a los lados dentro de guirnaldas las armas repetidas del Obispo Cardenal Don Esteban Gabriel Merino. Uno de los Herrajes de la Puerta Principal de la Magdalena, le falta el percutor, es obra de Agustín de Aguilar, alrededor de 1560.
El arco de acceso, de medio punto rebajado, se cierra con recias puertas decoradas con magníficos herrajes, entre los que sobresalían unos aldabones de forja.
La fachada oriental aparece cegada otra portada de arco apuntado que según Cazaban presentaba decoración del siglo XIII.
Junto a la iglesia, existe el antiguo patio de abluciones de la mezquita con su estanque.
En el patio puede contemplarse una reducida, pero notable colección de epigrafía romana.
Siguiendo el espíritu clasicista de la época, el Deán Martínez Mazas reúne en este patio un conjunto de muestras epigráficas halladas en el entorno de la Iglesia de la Magdalena como pequeño museo de antigüedades. Con motivo de la inauguración de 1797 se instala una placa con la siguiente inscripción:
AÑO 1797/ EL DEAN D. JOSE MARTINEZ DE MA/ZAS RECOGIO EN ESTE PORTAL VARIOS MONUMENTOS DE ANTIGUE/DAD ROMANA QUE SE HALLABAN / ESPARCIDOS POR LA CIUDAD Y / EN UNO GRABARON TAMBIEN LOS MOROS UNA INSCRIPCION.
En el patio dentro de un soportal se descubrió un fresco de influencia hispano-flamenca del siglo XV. Se distingue, bajo el arco apuntado, fragmento de un Calvario. Por encima del arco, grisalla con representación parcial de la Anunciación.
Patio porticado, algunos de cuyos arcos son de herradura.
El estanque central que configura el típico sahn musulmán.
En el patio aparecieron algunos restos, en mal estado, medievales y lienzos, la mayoría de finales del XVII y del XVIII.
En un ángulo se alza una torrecilla de sabor morisco y durante las obras de restauración aparecieron diversos restos arquitectónicos y alicatados que confirman su origen.
En San Blas se hace una novena y se culmina con la misa el día 3 de febrero; al término de ella se besa lo que se considera una reliquia del santo (un trozo de tibia). También se venden las rosquillas de San Blas (tipo de pan) en la misma Iglesia de la Magdalena, bendecidas con la reliquia del Santo.
Conserva numerosas piezas de interés artístico:

Un Calvario, obra de Jacobo Florentino El Indaco
Una tabla de Ntra. Sra. del Pilar y San Antón, atribuida a Machuca del siglo XV.
El Cristo de la Clemencia, del siglo XVI, concretamente de 1593, obra de Salvador de Cuéllar
La imagen de la Magdalena Arrodillada, ya catalogada en 1572 atribuida a Mateo de Medina
San José, del XVIII.
El Cristo del Corpus, atribuido a Jerónimo Quijano, del siglo XVI.
Nuestro Padre Jesús de la Caída, de la cofradía de la Magdalena. Obra del taller granadino de Emilio Navas Parejo, talla de 1956 procedente de una donación, de Francisco González Quero.

También se conserva sobre la puerta al Patio de las Abluciones en el interior de la iglesia el Escudo del Obispo Fray Benito Marín procedente del antiguo coro de la Iglesia de San Andrés.
Se encuentra comunicada con la capilla del Convento de Santa Úrsula.
En el siglo XVII Rodrigo Méndez Silva en el capítulo IV de su Población general de España: ... regaladas aguas de muchas fuentes, una especialmente en la igleisa y patio de la Magdalena, tan copiosa que muelen con ella dos ruedas ...