Muralla de Jaén. Puerta de Martos

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Puerta desaparecida de la Muralla de Jaén.
La única foto que se conserva de las perdidas puertas del recinto amurallado de Jaén. Data de 1.862. Con motivo de la visita de Doña Isabel y su familia, a Jaén, los días 7, 8 y 9 de octubre de 1962, entre otras propuestas, la Corporación Municipal acordó la creación de un albúm fotográfico, con un presupuesto de 8.000 reales, encargandole el trabajo al fotógrafo Higinio Montalvo.
En la foto muestra aquí sus grandes proporciones que podemos calcularlas gracias al sujeto que tenemos apoyado en ella.
La Puerta de Martos poseía dos puertas enfrentadas, no en recodo.
La puerta estaba defendida por un torreón adelantado la Torre Perea
El tramo interior o corredor está cubierto con una bóveda de muy mal género según el informe realizado en 1866 posiblemente de ladrillo.
Toda la puerta era de mamposterías y las esquinas de sillarejo y el arco era de ladrillo.
El muro que subía hacia el Castillo era de tapial.
La imagen de la Virgen de la Coronada se encontró cerca de la Puerta de Martos en el siglo XIII bajo una campana junto a la ermita de Santa Isabel "repararon mucho en la corona que tenia y por eso la llamaron dende luego la Coronada".
Creció la devoción y determinaron de labrar junto a su ermita una torre y fortaleza para dormir defendidos y fundaron una Cofradía de Ballesteros.
Como los moros apenas cautivaban quisieron destruirla pero la Coronada no les dio lugar con cuyo amparo los labradores hacían maravillosas hazañas por eso los moros cuando acometían la ciudad "escarmentados y temerosos de lo mal que les iba por aquella parte huían de donde estaba esta santa Imagen".
Debió sucumbir entre 1866 y 1870 ya que el expediente de demolición de esta puerta, redactado en 1866, contempla el derribo de 164 metros de muralla realizada en mampostería.
Una crónica de 19 de enero de 1705 que habla del rebaje de las torres: En cuanto a la Puerta de Martos, manifestaron que no convenía cortar los arcos de la misma ya que eran estribo de las torres de la puerta, pero que era muy conveniente rebajar las torres y recalzar las puertas.
Una crónica que habla de su antemuro: (Relaciones del Condestable 225) En el tramo situado por delante del tramo de muralla comprendido entre las puertas de Martos y el Aceituno, ambas inclusive, el Condestable hizo levantar inicialmente cinco molinos harineros, que fueron seguidos de otros hasta llegar a treinta, para abastecer de harina a la ciudad. Y así mismo reforzó las defensas: para guarda y defensa de los dichos molinos, mandó fazer desde las Peñuelas, baxo de la Puerta de Martos, fasta la cava que llega al adarve, una cava; do mando poner muchos mandeletes. E iva por el camino que va debaxo de las dichas peñuelas, fasta la puerta del Azeituno, otra cava bien fuerte. La qual, asi mesmo, mandó fortificar con muchos mandeletes y tapiales.
Su nombre antiguo era la Puerta del Honsario o Fonsario.
Con este nombre se alude a ella en la crónica de Ávila al relatar el asedio de Fernando III a Jaén: sirvieronle siete meses, e fizieron y dos espolonadas. La una fue a la puerta del Fonsario, e metiéronlos todos en el castillo, en guissa que en las barreras non fincaron ningunos. La segunda espolonada: El dia de año nuevo, los moros metieron su celada fuera de la villa contra Castro, fallaron y una azémillas de don Alvar Gil de Villalobos, e acogiéronlas.
También en escrituras de arrendamiento referentes a huertas se menciona el paraje extramuros de la Puerta de Martos como cimenterio o cementerio.
Madoz decía de ella que estaba colocada en la cortina de murallas que baja del castillo y que en lo antiguo era la principal de la ciudad y según parece por su construcción, del tiempo de los árabes (...). Está abierta en un cuerpo de fortificación y apoyada en una torre; una serie de arcos estrechos y de extraordinaria altura, forman un callejón que la hace inexpugnable.
Alfredo Cazabán: a través del arco de entrada, alto y estrecho, se ven en el fondo la parte opuesta de la calle, ahora y antes, camino de ronda que va a la Magdalena y la parte oscura del interior de la puerta donde estaban los otros arcos de que se componía.
En 1577 debiera ser una de las principales Puertas de Jaén ya que fue escogida para recibir a Felipe II.
Junto a la Puerta de Martos se ubicaba el Convento de San Sebastián de los Ballesteros, origen del Convento de la Merced, y también cerca se situaba el Convento de la Coronada.
En los arrabales que le circundaban se han encontrado un buen número de restos romanos, por lo que su supone que coincidirían con la ciudad romana, Aurgis.
Hoy en día se mantienen sus restos arqueológicos bajo la Plaza Puerta de Martos, se pueden ver a través de un cristal en el suelo de dicha plaza.