Su nombre actual surge en el siglo XIX cuando una mujer de Utrera (Sevilla) llamada Juana Montero, que vivía con sus tres hijas cerca del arco, colocó en él un cuadro con la imagen de la Virgen de la Consolación de Utrera. Como la imagen de la Virgen con el Niño no se le veían las manos, comenzó a conocérsela como "la manquita de Utrera". Con el tiempo el cuadro desapareció y fue sustituido por la imagen actual de azulejos que tiene a cada lado del arco.