Emplazado en una puerta del antiguo recinto amurallado de la medina (Murallas de Quesada).
Se conocía en la Edad Media como Puerta de los Santos; posteriormente fue llamada Puerta de la Horca.
También se le conoce como Arco del Señor, ya que está decorada con un cuadro del Santo Rostro de Jaén.
Es la única puerta que se ha conservado tal como era del recinto amurallado.
Está compuesto por arco apuntado con dovelas, salmeres y jambas de piezas de cantería.
En su cara interior presenta arco de medio punto de ladrillo y bóveda de medio cañón.
Mantiene el travesaño de madera en que se sujetaban los goznes de la puerta.
Presenta además un interés arqueológico por la incorporación en el mismo de una estela funeraria romana dedicada a la sacerdotisa Caia Rufina del siglo III dc. Su epitafio se traduce así: "A Caia Rufina, sacerdotisa, su hijo Caio Rufino le dedicó este epitafio. Murio a los 21 años. Aquí está enterrada. Séate la tierra ligera.".
Está declarado Bien de Interés Cultural desde 1985.