Fachada de piedra vista compuesta por buena sillería.
Portada adintelada entre columnas toscanas sobre
pedestal que soportan un entablamento.
El dintel muestra un escudo heráldico a cada lado y en su clave un tondo con un relieve.
Sobre la portada una ventana con sobremarco con pináculos de bolas y debajo de estos unas cabezas pétreas.
Rejería saliente en todas sus ventanas.
Esta casa es reflejo de la bonanza económica que vivió la villa de Baños de la Enciana durante los siglos XVII y XVIII; también del estatus social, político y económico de la familia que la construye.tada
El escudo sobre la ventana central de la planta superior tiene una cruz a modo de balanza que sopesa la posible culpabilidad de los encausados, certifica su posición como Familiar de la Santa Inquisición.
Finalizada su construcción en 1774, según reza en las bolas de los pináculos de la ventana principal bajo la cornisa.
A la derecha de la puerta hay una basa de columna que era utilizada para ayudarse a los propietarios a subir a caballo.
También se puede apreciar el desgaste producido en el tranco de la puerta que permitía el paso de carros.
La casona, hoy muy segregada en distintos inmuebles, llegó a ocupar toda una manzana.
El edificio principal estuvo organizado en torno a un patio central elevado sobre pies derechos de madera, que aun hoy podemos apreciar entre la amalgama de divisiones de la edificación original.
A partir de este patio central se reparten todas las estancias, quedando la parte notable a espaldas de la Iglesia de San Mateo.
Cuadras, corrales, huertos, bodegas y hasta pequeñas estancias para artesanos, como la herrería que da nombre a la Calle Cuesta de los Herradores, se reparten por el resto de la manzana.
El desnivel que presenta la calle en el frente de la vivienda, se subsana mediante la construcción, en la mitad inferior, de dos pequeños sótanos de piedra que cierran en bóveda de medio cañón, que serían la bodega privada.