[Escucha este texto]- Del castillo de la Peña, abandonado desde el siglo XVI, quedan restos de la torre del homenaje, de un foso, de la muralla y vestigios de varias torres.
- Desde la ciudad se coge una carretera que lleva hasta el aparcamiento, en las faldas de la Peña, junto a la ermita de la Victoria. Desde allí se sube a pie por una ruta señalizada. Tiene una dificultad considerable, ya que se encuentra a unos 1000 metros de altitud, con una duración del recorrido de unos 40 minutos.
- Levantado en el siglo XIV por la Orden de Calatrava.
- Fue construido sobre las ruinas de otra antigua fortaleza árabe, que a su vez se había levantado sobre las ruinas de otra primitiva fortificación ibero-romana.
- Presenta una planta trapezoidal y una entrada mediante un sendero serpenteante, para hacer más difícil su acceso, desde la ladera sur.
- Se sitúa en la cima de la Peña de Martos, la cual se divide de forma natural en dos zonas, estando la zona suroeste más elevada del resto.
- Este Castillo junto con el de la Villa, fue uno de los principales baluares defensivos que la Orden de Calatrava poseía frente al Reino nazarí.
- En él y sus alrededores, se produjo según la leyenda, el crimen contra los Hermanos Carvajales, llevado a cabo por el rey Fernando IV de Castilla y que (siempre según la leyenda) pudo costarle la vida al monarca.
- En 1985 fue declarado Monumento Histórico junto con la Cerca de la Villa.
- A la cima del cerro se asciende por un camino zigzagueante, actualmente casi desaparecido, por la cara este, solamente practicable a pie y con dificultad. En su trazado original debió estar acondicionado con rellenos de piedra para sustentar los tramos, al igual que en el castillo del Víboras.
- El camino desemboca aproximadamente en la parte central del lienzo de muralla, en una torre de planta rectangular que pudo contener el acceso principal del recinto fortificado. Los restos de esta torre no evidencian esta teoría, aunque se puede todavía apreciar su vaciado interior a la misma cota que el exterior, hecho extraño en una torre, pues solían ser macizas hasta cierta altura, donde se situaba la sala.
- Al atravesar esta torre encontramos una explanada de planta trapezoidal con pendiente descendente hacia el oeste y una zona más elevada al sureste.
- Todo este espacio está acotado por fragmentos de muralla buscando el máximo aprovechamiento de la superficie de la cima, actuando, en algunos casos, como muros de contención de tierra.
- Continuando por el lienzo este, en su extremo norte encontramos una torre de planta circular señalando la esquina que forman los dos lienzos convergentes. Esta torre contiene una sala circular con acceso desde el interior del recinto, a pie de calle, y cubierta con una bóveda semiesférica de ladrillo, de la que apenas quedan restos.
- Del lienzo norte de muralla sólo quedan algunos fragmentos mayores, los que contenían las torres o elementos de más envergadura, aunque se puede distinguir claramente sobre el terreno el trazado original de toda la muralla.
- Destaca el mayor elemento conservado en este sector, pues se puede observar que es un regruesado de una estructura anterior, quizá de una torre islámica, y realizado con las esquinas curvas.
- En el extremo noroeste aparece la primera estructura importante del castillo: el conjunto formado por el aljibe y la alberca. El aljibe es una estructura enterrada conformada por cuatro pequeñas naves separadas por tres arcos rebajados y cubiertas con bóvedas vaídas, todo ello construido en ladrillo y enfoscado en almagra. Las dos bóvedas centrales, así como el arco de separación, están prácticamente hundidas.
- La alberca es un vaciado rectangular, junto al aljibe, de proporciones importantes y enfoscado con mortero de cal. En su cara este tiene una bocana de salida de conducción de agua, lo que justifica la teoría de ser el punto de recolección de agua de lluvia del castillo, apoyada por la posición: el sector más bajo de la explanada.
- El sector de muralla oeste es el mejor conservado, manteniendo casi la altura total, los parapetos y los torreones. Así mismo se puede apreciar el cuidado en el acabado superficial, con el relleno de las juntas mediante piezas más pequeñas y el enfoscado final del conjunto.
- Cabe destacar el fragmento de la esquina norte por su dimensión, mayor al servir de apoyo y protección de la estructura subterránea del aljibe; hecho acentuado por la realización de la esquina en trazado curvo, como defensa anti-artillera.
- Los límites sureste y sur del castillo están marcados por el cortado de la roca, lo que hace innecesario el uso de murallas. El "mal vecino", como se conoce a esta parte, sólo requería un antepecho para evitar la caída. Actualmente no quedan apenas restos del mismo, probablemente de poca envergadura.
- El extremo sur, la parte más elevada del cerro, acoge el alcazarejo, recinto de mayor importancia donde se encuentra la torre del homenaje. Está protegido por un foso natural de seis metros de ancho y reforzado con una pequeña muralla en su interior. Debió existir un puente levadizo que permitiese el paso, del que no quedan vestigios.
- La torre del Homenaje conserva su configuración original aunque ha perdido la mayor parte. Estaba estructurada en tres salas superpuestas abovedadas con ladrillo. La sala inferior debe conservarse casi intacta aunque llena de escombro; su acceso se realizaba desde la intermedia. Ésta conserva los arranques de la bóveda y tres saeteras que por su dimensión y posición debían servir para dar luz y ventilación. No se conserva el acceso a la sala superior ni la mayor parte de la misma, sólo los muros laterales pero sin llegar a definir exactamente sus dimensiones o disposición. La coronación se ha perdido totalmente.
- Se podría destacar el uso de sillería en las esquinas exteriores; el resto es de mampostería regular enripiada en hiladas (sistema general de construcción en todo el castillo).
- La excavación sistemática de todo el recinto permitiría descubrir los restos de las demás construcciones que narran los documentos de la época, como es el caso de la capilla.
- Todo el espacio sobrante podría haber sido una gran Plaza de Armas, aunque podría haber habido otras edificaciones hoy totalmente desaparecidas.
- Cuenta Don Diego Pérez de Mesa en su libro Grandezas de España, año 1595, en el capítulo XXVII De la villa y castillo de Martos y de sus cosas notables, una tradición digna de ser transcrita: Esta peña y castillo de Martos ganó a los moros el Rey de Castilla don Fernando tercero deste nombre y diole en tenencia al conde don Alvar Pérez de Castro. El conde queriendo yr a Castilla a negociar con el Rey que enviase bastimentos a la frontera dexó en Martos a la Condesa su mujer y a don Tello su sobrino con cincuenta y cinco caballeros, que guardansen la peña. Don Tello queriendo hacer alguna buena cabalgada, entró con todos sus caballeros a correr la tierra de los moros mientras su tío el Conde estaba en Castilla. Y en tanto que él estaba fuera vino el Rey de Granada con un grueso campo de moros y combatió la peña con mucha fuerza y gran codicia de ganalla. Y como en la peña no hubiese hombre alguno la Condesa y todas sus dueñas y doncellas se vistieron armas y tomaron lanzas y andaban por el muro haciendo representación de caballeros y tirando a los moros muy buenos esquinaços y pedradas; de manera que defendían la peña valerosamente. Estando los moros dando el combate llegó don Tello con los otros caballeros que avían ydo a correr tierra. Los cuales como vieron tan gran poder de moros arredor de la peña combatiéndola fueron puestos en gran turbación y cuidado [...] Diego Pérez de Vargas, el que ganó el sobrenombre de machuca, les habló diciendo: Caballeros que estáis aquí pensando hagámonos todos una muela y de tropel metámonos por medio de los moros y provemos si podemos dar socorro a la peña. Y bien confio en Dios que saldremos con ello y si nos ponemos a ello no puede ser sino que alguno de nosotros llegue a la otra parte. Y si algunos quedaren y pudieren subir a la peña, defendella han y los que no pudiéramos pasar y muriéramos salvaremos nuestras ánimas y avremos hecho nuestro deber, que es lo que debe hazer todo hijo dalgo. Parecio bien la determinación de Diego Pérez de Vargas y hechos todos un tropel rompieron por medio la batalla de los enemigos pasando por todos ellos de manera que llegaron salvo al Castillo sin que los moros pudiesen matar sino uno que se aparto de los otros. Llegados al Castillo les fueron abiertas la puertas y fueron recibidos dentro. Los moros viendo, que aquellos caballeros se avian puesto a tal peligro por guardar aquel Castillo, entendieron que eran tan buenos que lo sabrían bien defender y por eso dexaron luego de combatirlo y se fueron.
- Código PIA 230600126.
- Declarado Bien de Interés Cultural.
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