Otiñar Viejo

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No confundir con la Aldea de Santa Cristina u Otiñar.
Origen árabe.
Ubicado en La Corona.
Era el centinela del camino de Granada
En 1228, Fernando III devastó las huertas de Jaén y luego, remontando el río de Jaén y el Frío, llegó a un lugar que la crónica llama Arorimar.
El Otíñar que conocemos. Fernando III lo devastó y siguió adelante.
Otíñar debía ser un simple núcleo rural dotado de ciertas defensas de tierra y madera de las que han quedado vestigios a todo lo largo del escarpe del cerro, frente al castillo actual.
Propiciaría la existencia de este núcleo la estrecha pero fértil vega del Valdearazo y la abundante caza del sector.
Secundariamente, Otíñar vigilaba uno de los portillos del sistema subbético que comunican Jaén con Granada.
A raíz del Pacto de Jaén (1246), Otíñar cobró importancia al quedar cerca de la frontera.
Vigilaba la bifurcación del camino viejo de Granada que venía de Cárchel y Carchelejo para desembocar en el río por la cañada de las Azadillas.
Durante la Reconquista se le dotó de alcaldía, surgiendo al amparo de la fortaleza (Castillo de Otiñar) un núcleo de población que poseía incluso parroquia (siglo XIV) (Iglesia de Otiñar).
Al acabar la reconquista se abandonó, liquidándose administrativamente la población y agregándose la Alcaldía al Castillo de Santa Catalina y su parroquia a la del Salvador, en el mismo castillo.
La colonización de esta parte de la Sierra de Jaén ya se intentó en 1504 bajo los auspicios de la reina Juana, pero fracasó, aunque el Ayuntamiento mantuvo, al menos hasta 1627, el cargo de teniente de alcayde del castillo de Otíñar.
En 1505 Otíñar se describe como villa cercada de buen muro de cal y canto, con una fortaleza.
Está íntimamente ligado a la que fue Aldea de Santa Cristina u Otiñar.
Está a 13 kilómetros de Jaén.
Se llega por la carretera que va del Puente de la Sierra al Pantano de Quiebrajano, pasada la desviación que lleva al Otíñar actual (Aldea Santa Cristina u Otiñar).
Al llegar a la bifurcación que, pasado el puente, va a la Cañada de las Hazadillas (hoy parque periurbano), hay que desviarse por el carril que remonta el Barranco de El Toril.
Éste sale a la derecha. Se remonta a pie por espacio de unos 300 metros y en el recodo final, el castillo aparece 300 metros más arriba, a la izquierda.
Hoy solo quedan restos esparcidos por toda la meseta donde estuvo el pueblo medieval de Otiñar