El origen de la plaza hay que situarlo en el siglo XVI, cuando la población de Quesada comienza a crecer de forma muy rápida y se empieza a edificar fuera del recinto amurallado (Murallas de Quesada).
Esta plaza ha sufrido numerosas reformas a lo largo de la historia; en la última se volvió a construir en su centro un kiosco de música (Kiosco Musical de Quesada) similar al que conoció e inmortalizó Zabaleta en su pintura de mediados del siglo XX. También se han colocado dos fuentes de agua con grandes rocas, que nos recuerdan que es en término de Quesada donde nace el Guadalquivir.