Tiene un retablo barroco de rocalla que recuerda el estilo portugués, con una imagen de San José con el Niño y pinturas de San Juan, la Magdalena y Santiago Matamoros.
Sobre su altar decorado con frescos se encuentra la reliquia del antebrazo izquierdo del Beato Julián Rodríguez S. sacerdote salesiano martirizado el 9 de diciembre de 1936 y beatificado por Juan Pablo II.