En el siglo XVII el obispo Trejo eligió esta capilla para su sepultura y ordenó poner el cuadro de Santa Bárbara, obra de Ginés de la Lanza, realizada entre 1558 a 1567.
Las esculturas de San Pedro y San Pablo que hay a ambos lados son de finales del siglo XV, realizadas por encargo del canónigo Alfonso Ferrete.