[Escucha este texto]- Es un palacio renacentista ubicado en la Carrera del Darro número 41.
- En ella se encuentra actualmente el Museo Arqueológico de Granada.
- La casa se halla enclavada en la Carrera del Darro, en el antiguo barrio árabe de Ajsaris, sede a partir del siglo XVI de parte de la nobleza granadina, como muestran sus construcciones blasonadas.
- Es uno de las mejores palacios renacentistas de Granada.
- Perteneció a la familia de Hernando de Zafra, secretario de los Reyes Católicos que participó activamente en la reconquista de la ciudad a los musulmanes y en sus Capitulaciones. En concreto perteneció a el nieto de Don Hernándo de Zafra.
- En lo alto de la fachada está grabada la fecha de su construcción: 1539.
- Esta obra ha sido atribuida a Sebastián de Alcántara, uno de los más destacados discípulos de Diego de Siloé.
- La casa se distribuye al interior mediante un patio renacentista que sirve de distribuidor a las diversas estancias, la mayoría cubiertas por alfarjes.
- La escalera cubierta con una mágnifica armadura rectangular de cinco paños con limas moamares con rica decoración.
- En 1917 se adquirió la Casa del Castril a los herederos del insigne arabista Leopoldo Eguílaz y Yanguas para ubicar definitivamente el citado Museo.
- Tiene un curioso balcón tapiado en el que se puede leer «Esperándola del cielo», esto es porque sobre el edificio recae una vieja leyenda, de cuando era habitado en época árabe, la cual se refiere a una misteriosa dama de blanco que se aparece de vez en cuando, fruto de un desencuentro entre el padre de una bella muchacha que habitaba el edificio y su supuesto amante, que desencadenaron la furia del padre y posteriormente su ahorcamiento y emparedamiento en el balcón lateral del edificio. En él, se puede leer una consigna que dice: "Esperando la del cielo", lo que podría referirse a "esperando la justicia del cielo", que probablemente tuviese relación con las palabras que el supuesto amante pronunció antes de ser ahorcado.
- Otra versión de la leyenda dice que esta casa pertenecía a Hernando Zafra, secretario de los Reyes Católicos. Vivía sólo con su hija Elvira, pues era viudo y además, tenía malas relaciones con los granadinos, pues le guardaban mucho resentimiento. Su hija se enamoró de Alfonso de Quintanilla, el hijo de uno de sus enemigos. Se veían a escondidas, en la habitación de Elvira, con la ayuda de uno de sus pajes. Una noche, Hernando, sospechando, entró en la habitación. A Alfonso le dio tiempo a escapar por el balcón, pero encontró a su hija con el paje y pensó lo peor, así que hizo que lo colgaran del balcón…mientras el paje pedía clemencia, le dijo: “Colgado quedarás, esperándola del cielo” y así lo hizo. Dicen que tapió el balcón e hizo esculpir la frase como advertencia para los que pretendieran «deshonrar» a su hija. Elvira quedó confinada a su habitación y, sin poder soportar tanta tragedia, se quitó la vida envenenándose. Pero ahí no quedó todo, pues dicen que cuando Hernando de Zafra murió, llovió tanto que el río Darro se llevó su féretro y nunca más apareció…de ahí una expresión muy granadina: » Llueve más que cuando enterraron a Zafra».
- Cuentan los trabajadores del museo haber visto a una joven dama vagando por el edificio, a la que llaman La Dama blanca de Castril.
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