Castillo de Petrer

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Por los hallazgos arqueológicos se data su construcción entre finales del siglo XII y principios del XIII.
En el año 1258 es conquistado por las tropas castellanas dándose la tenencia a don Jofré de Loaysa, cuyos descendientes mantuvieron dicha encomienda hasta el siglo XV esta vez bajo la propiedad de la corona aragonesa.
En el siglo XIV se realizan reformas haciendo convivir su carácter, hasta entonces, eminentemente militar con el de alojamiento del tenente.
Desde finales del siglo XV es marcada su utilidad palacial, frente a la militar, dada por los condes de Cocentaina, sus propietarios, así como por los últimos señores de la misma, la familia Coloma, fundadores del condado de Petrer, Elda y Salinas.
A partir del siglo XVI, como el Castillo de Biar, deja de tener una función bélica y defensiva pasando a ser el emblema señorial de los condes, habitando entre sus muros el alcaide y su familia.
Ya en pleno siglo XIX la desamortización provocó su destrucción agravada después por su uso como cantera para la población quien construyó sus casas con las piedras de la barrera exterior.
En el siglo XX la propiedad la detenta el Ayuntamiento de Petrer, con destinos muy nobles, pues es la Sede de la Junta Local de Moros y Cristianos de Petrer y dentro de sus restauradas estancias se celebran bodas civiles.
Desde el 16 de febrero de 1986 es declarado por Decreto Conjunto de Interés Histórico-Artístico.
Esta fortaleza que está compuesta por un doble recinto que rodea a una torre exenta.
El primer recinto, que sería el albácar donde la puebla tendría cobijo en caso de necesidad, se extendería alrededor del volumen inferior quedando en la actualidad un gran paño que al medio posee una torre de planta rectangular y que reforzaría la estructura defensiva.
El segundo recinto tiene ocho lados que se van adaptando topográficamente al terreno alrededor de la torre que muy posible fuese anterior a la construcción del resto de la fortaleza.
El ingreso se hace hoy en día por una escalera que da a una puerta de arco de medio punto elevada y defendida verticalmente por una ladronera con aspillera sobre matacán.
Presenta un remate de parapeto almenado y saeteras a nivel del suelo de este recinto.
En su construcción se mezcla el tapial con el sillarejo y la mampostería.