[Escucha este texto]La muralla islámica de Cañete es sin duda el conjunto superviviente más notable de la provincia (superando a los restos conservados en Cuenca, Alarcón, Huete y Uclés) y digno de ser incluido entre los mejores ejemplos de fortificación musulmana del conjunto nacional.
Es de planta quebrada (de tipo no demasiado frecuente en el mundo islámico), mostrando cubos circulares en los finales de lienzo.
Está íntegra a lo largo de todo el perímetro de la villa, aunque en algunos lugares se halla embutida en viviendas y edificaciones.
Hace unos años comenzó la restauración de este perímetro excepcional, que junto con los de Moya y Alarcón es el único que se conserva completo de todos los que existieron en la provincia.
Por derecho propio, es el monumento definitorio de la población, el que a lo largo del tiempo ha condicionado su desarrollo e imagen.
Presenta múltiples analogías con la de Uclés, conjunto que sabemos se refuerza con murallas quebradas en el siglo X, bajo la férula de al-Fath b. Musa b. Sulayman banu Zennum. La similitud se refuerza con los sistemas defensivos de las entradas, muy parecidos en las dos puertas caracterizadas de Cañete y en la única conservada en Uclés de inspiración musulmana (reformada ésta posteriormente). Así pues, es posible pensar en una erección de las murallas de Cañete durante el siglo X, bajo la dominación de los banu Zennum o dhu-l-Nun, los señores bereberes de la cora de Santáver.