[Escucha este texto]- Mina prehistórica, romana y del siglo XX.
- Consta de un complejo formado por una mina a cielo abierto laborado ya
desde la Edad del Cobre -hace más de 4000 años- (azurita y malaquita),
cantera de arenisca y pozos mineros de los siglos XIX y XX (galena
argentífera).
- Se trata de una serie de socavones realizados en la parte alta del cerro, con indicios mineralizados en las paredes y vertederos antiguos cubiertos por la vegetación.
- Las explotaciones a un nivel más bajo, tanto prehistóricas como romanas, están fuertemente alteradas por las remodelaciones modernas.
- Situada en el piedemonte de Sierra Morena, es una explotación a cielo abierto, en forma de gran trinchera o rafa, de un filón mineralizado de más de un kilómetro de longitud en sentido suroeste-noreste que encaja en las pizarras del Culm y que está parcialmente cubierto por los asperones triásicos. Presenta, en los niveles superficiales, mineralizaciones de cobre (óxidos y carbonatos de cobre como la malaquita y la azurita) que fueron explotados desde la Prehistoria Reciente (Edades del Cobre y Bronce). El filón, a partir de una cierta profundidad contiene mineralizaciones de plomo de los que se benefició galena argentífera durante épocas protohistórica y romana. Posteriormente la mina, ya en época industrial (finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX), fue explotada de forma intensiva para la extracción de plomo.
- Las explotaciones prehistóricas documentadas se encuentran en la parte superior, en el entorno de la antena de radiofonía. Aquí encontramos fuertes concentraciones de malaquita y azurita junto a estibina y vetas de cuarzo cristalino altamente compactas. Estas últimas se desarrollan sobre las pizarras que se hallan altamente fracturadas generando bloques de medio tamaño.
- En las inmediaciones a estos lugares se ha recuperado una hoja de sílex de filiación cultural claramente calcolítica, por lo que podría tratarse de una mina de la Edad del Cobre, situada justo en el borde del Piedemonte, en la zona de contacto con la Depresión Linares-Bailén. Es significativo también su localización estratégica entre dos yacimientos calcolíticos, el Cerro del Tambor y el Cerro del Cueto.
- Esta misma mina fue explotada igualmente en la Edad del Bronce por la Cultura del Algar. De esta época se han documentado numerosos martillos o mazas mineras con ranura central para el enmangue en las inmediaciones de la rafa y gran cantidad de mineral de cobre en las escombreras.
- Los análisis de isótopos de plomo realizados sobre los minerales procedentes de este enclave y de los encontrados en Peñalosa han confirmado que buena parte de éstos últimos proceden de esta mina.
- Se convierte así la Mina del Polígono o Rafa del Polígono en uno de los enclaves más importantes para la investigación minera de la Edad del Bronce en la región.
- Las técnicas de extracción han sido diferentes en cada uno de estos periodos cronológicos: así, durante época argárica (Edad del Bronce) la fase extractiva se ciñe a pequeñas calicatas o rafas a cielo abierto siguiendo las vetas de mineral de cobre y extrayéndolas mediante el proceso de calentamiento seguido de un rápido enfriamiento usando para ello herramientas hechas tanto en piedra, madera como en hueso (caso de las astas de ciervo). Los mineros del vecino poblado de Peñalosa fueron unos de los que explotaron esta mina.
- En época romana, se inicia una explotación intensiva coincidiendo con el momento en que la rafa adquiere dimensiones de más de un kilómetro de largo. Son numerosos los asentamientos del periodo romano-republicano (siglo VI-I a.C.), como Las Mendosas II y Las Marquesas, que se sitúan en las cercanías de la mina y que pudieron explotarla así como diversas villae, ya de época Alto Imperial, como Contraminas, Cerrillo Pico o La Usarda.
- Después de un gran letargo la actividad minera se reemprende nuevamente en marzo de 1866, prolongándose, con altibajos en la producción y tras varios propietarios, hasta 1984 fecha límite del permiso de explotación bajo la propiedad de los Hermanos Souvirón Moreno. Testimonio de esta fase son los socavones excavados en la pared norte de la rafa romana, los pozos maestros denominados como el Rafaelito y las estructuras de rumbos para el lavado de las escombreras antiguas.
- En superficie son numerosos los vestigios muebles e inmuebles que delatan aún su prolongada actividad minera asociados todos ellos a diferentes periodos de épocas prehistórica e histórica.
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