Leyenda

Esta cueva estaba habitada por una vieja bruja que tenía una serie de poderes sobrenaturales, y que en las largas noches de verano una extraña figura salía de la cueva emitiendo fuertes sonidos, lanzando pedradas al camino. Los que pasaban estaban muy asustados y corrían a más no poder cuando coincidían con el lugar.

Otra leyenda cuenta que la que vivía allí era una anciana que cernía higos y solía tirar estos frutos a cualquier persona que caminase por el lugar. Además, quienes recibían el golpe de un higo en cualquier parte de su cuerpo se quedaban parados e inertes, recordando el pasaje de la Biblia en que la mujer de Lot se convertía en estatua de sal.