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Historia de Torredonjimeno
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Historia de Torredonjimeno. Epidemia de Cólera. Periódico La Esperanza del 26-7-1855Historia de Torredonjimeno. Mapa de 1641
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  • En los parajes del arroyo del Abandonado y El Barranquillo se han encontrado los primeros materiales líticos indicadores de ocupación humana que corresponden al Paleolítico.
  • Durante la Edad del Cobre (III milenio a.C.) se produce un proceso de colonización de las tierras que hoy comprende el término municipal.
  • Fue un poblamiento basado en pequeños núcleos establecidos en lugares de fácil defensa como los asentamientos de Piedras de Cuca, Cerro Buitreras o Cerro Portichuelos.
  • También corresponde a esta etapa la primera ocupación de su actual emplazamiento urbano.
  • Hacia finales del II milenio a.C. (Edad del Bronce) una época de crisis significó el abandono de estos asentamientos.
  • Superada esta situación (siglo IX a.C.) la población vuelve a concentrarse en torno a las Atalayuelas en donde habitan en cabañas circulares.
  • Ya en época ibérica (siglo VII a.C.) se hacen más numerosos los asentamientos fortificados como los de Fuencubierta, Cerro de la Covatilla, Cerro Carnicero o la Cortijada de Arcos.
  • Los datos más antiguos nos retrotraen a la existencia de un poblamiento ibérico denominado Tosiria (de ahí el gentilicio aplicado a los habitantes de Torredonjimeno, tosirianos) , parece ser un derivado de Tucci y Osaria.
  • Dependían de la gran ciudad ibérica de Tucci (Martos) que en época romana fue la Colonia Augusta Gemella.
  • En el Cortijo Venzelá se han encontrado figurillas de piedra de tipo fálico y una cabeza de sátiro que se exhiben en el Museo Arqueológico Provincial, así como un león del cortijo del Fraile, una cabeza de hombre, otra de toro y una estala funeraria. En Las Parrillas apareció una cabeza de mármol bacante y otra Némesis y un sello de barro.
  • Muchos investigadores (como es el caso del P. Fray Alejandro del Barco, S. XVIII) creyeron encontrar en la actual Torredonjimeno la ubicación de una ciudad romana que junto a Martos formaría la Colonia Gemela Augusta Tuccitana.
  • Villas romanas se prodigan en parajes como Santo Nicasio, la Fuente de Don Sancho, la Atalaya, el Molino del Cubo, el Cerro Buitreras, Casería de don Juan Vicente o el Cortijo de los Heredados, etc., aunque quizá los más importantes restos se conserven en la Torre de Benzalá, Fuencubierta, el Alcázar y el propio Castillo.
  • También se encuentran en su término la minas del municipio romano de Barbi o Barba, Municipium Barbitanum, descubiertas por don Juan Montijano Chica y don Rafael Ocaña Contreras el 31 de agosto de 1982.
  • Parece ser que en tiempo de los godos Torredonjimeno era conocido con el nombre de Ossaria
  • A su pasado visigodo corresponden las piezas arqueológicas más importantes aparecidas en la localidad, el famoso Tesoro (actualmente en el Museo Arqueológico Nacional) aparecido en los majanos de Garañón, que constituye uno de los mayores conjuntos de orfebrería de este periodo en España. Entre las piezas de este conjunto hay cruces de oro con inscripciones de los oferentes y de diversos santos o una gran corona de oro dedicada a las santas Justa y Rufina.
  • Durante la dominación islámica debió ser una pequeña población, pues no se la menciona en las crónicas.
  • Es en esta localidad aneja a Martos donde San Eulogio sitúa la estancia de la mártir cordobesa Santa Flora, que huyó de su patria refugiándose de la persecución religiosa que ejercían los musulmanes sobre el pueblo mozárabe.
  • En 1125 escondieron los mozárabes en una cueva una imagen de la Virgen para librarla de la profanación de los infieles.
  • En torno a los siglos XII y XIII levantaron una fortificación, de medianas dimensiones, que contaba con tres torreones de planta circular situados en los ángulos.
  • La historia quiere decirnos que esta plaza fuerte fue conquistada en combate por Fernando III el santo el 29 de junio de 1225
  • Y entregada a la orden de Calatrava pocos años después (en concreto, el 8 de diciembre de 1228) al Señorío de la Orden de Calatrava y pasó a formar parte de la Encomienda de la Peña de Martos y de Víboras.
  • La crónica mantiene que el monarca estuvo en este Castillo a fin de situar los limites jurisdiccionales entre el término asignado a la Orden de Calatrava y el Concejo de Jaén.
  • Algunos autores derivan el nombre actual de Torredonjimeno de un maestre o comendador de Calatrava llamado Jimeno. Según otros de un Jimeno de Raya que conquistó el lugar.
  • El primer alcaide designado por Fernando III fué Don Ximeno de Raya, probablemente de origen aragonés, infanzón o caballero del rey.
  • Así, el nombre de la ciudad se debe precisamente a este caballero infanzón, con el aditivo de torre proporcionado por la figura del castillo, quedándose en un principio con el nombre de Torre de Don Ximeno, nombre que evolucionó al Torredonjimeno actual.
  • Don Ximeno de Raya es uno de los pocos infantes que podía adelantar a su nombre el Don (de Dominus en latín Señor -tan raro entre la misma hidalguía), en lo que indicara la calidad y categoría del esforzado guerrero que pasaría a regir el castillo y población del pueblo.
  • Quiere la tradición oral hacer a este Don Jimeno de Raya un noble y excelente alcaide que llegaría a adquirir tal fama entre sus paisanos, por su buen gobierno, que le haría merecedor de nombrar con su mismo nombre de pila la población recién reconquistada.
  • Es así como se ha interpretado el nombre de la ciudad Torre (de) Don Jimeno (de Raya).
  • La Orden de Calatrava reestructuró el castillo y a su alrededor inició un proceso de repoblamiento.
  • En el año 1275, lo moros de Mohamed II, rey de Granada, quieren conquistar Torredonjimeno, después de atacar y arrasar varias poblaciones cercanas. Enterado de ello el Infante de Aragón, don Sancho, hijo de Jaime el Conquistador y Arzobispo de Toledo, les presentó batalla. En el año 1.275 tuvo lugar en la población uno de los acontecimientos señalados de su historia. Con motivo de la campaña desarrollada por el rey granadino Muhammad II, con la ayuda de los musulmanes marroquíes, contra la frontera jiennense, el arzobispo de Toledo e Infante de Aragón (Don Sancho, hijo del rey Jaime el Conquistador) se adelantó en una escaramuza previa a la llegada del grueso de las tropas castellanas; a consecuencia de dicha imprudencia fue hecho cautivo en un lugar muy cercano a la actual ciudad de Torredonjimeno. Como se entablara discusión entre los musulmanes sobre qué rey debía entregarse un cautivo de tanta importancia (si el marroquí o al granadino) uno de los caballeros para evitar el enfrentamiento entre ellos lo mató, cortando y entregando la cabeza a los norteafricanos y la mano derecha, con el anillo episcopal, a los nazaritas. Desde ese momento, aquel lugar, por donde discurría un manantial se denominó la Fuente de Don Sancho. Esto ocurrió el día 21 de octubre del referido año a un km de la población:
    • En el año de 1.275 los moros invadieron la comarca principalmente Martos, arrasando las ciudades, robando los ganados, violando las mujeres y capturando a los niños y a los viejos.
    • Fue entonces cuando el Arzobispo de Toledo, Don Sancho de Aragón, vino con su ejército a defender a los cristianos.
    • Llegó el Arzobispo de Toledo al vecino pueblo de Torredelcampo, y se dispuso aguardar allí a que Don Lope Díaz de Haro, Señor de Vizcaya, viniera con sus mesnaderos para robustecer las tropas cristianas.
    • Pero, cuando el Arzobispo esperaba los refuerzos del Señor de Vizcaya, el comendador de Martos, Álvaro García, llegó a Torredelcampo.
    • Álvaro García le pidió al Arzobispo que se diera prisa en ir a defender Martos, pues los moros estaban cansados de pelear y no eran muchos.
    • El criado del Arzobispo, llamado Sandurca, que quería mucho a su señor, le aconsejó que esperara la llegada del Señor de Vizcaya con sus tropas.
    • Álvaro García, irritado, le contradijo al criado, y le recomendó a Don Sancho que no aguardara a Don Lope Díaz de Haro, pues si Don Sancho, con solo sus soldados, ganaba la batalla a los moros, la gloria sería sólo para él y no tendría que compartirla con el Señor de Vizcaya.
    • El Arzobispo de Toledo, que era joven y estaba deseoso de ser admirado por las gentes, cayó en la tentación y siguió el consejo de Álvaro García.
    • Desoyendo a su fiel criado, ordenó que preparasen los caballos y montando en su corcel fue a la cabeza de sus huestes.
    • Salió de Torredelcampo, y vino siguiendo el arroyo de la Piedra del Águila.
      Pero al llegar a lo que hoy se llama en Torredonjimeno Las Celadas, los moros estaban preparados, esperando que los cristianos cayeran en su trampa.
    • Álvaro García era un traidor que había engañado al Arzobispo para arruinar la vida de los cristianos.
    • Los cristianos se encontraron con aquella emboscada y lucharon invocando, como tenían costumbre, a Santiago Apóstol: ¡Santiago, y cierra España! - gritaban los soldados del Arzobispo.
    • ¡Alá es grande! - decían los moros en su lengua.
    • Los moros eran más que los cristianos y vencieron a la pequeña tropa del Arzobispo.
      Destrozadas las tropas cristianas, el Arzobispo quedó abandonado y solo; sus hombres habían muerto o habían huido a Torredelcampo para ponerse a salvo.
    • Don Sancho, triste y cansado de pelear con la espada, fue a una fuente de agua a templar su sed.
    • Estaba bebiendo el Arzobispo, cuando lo atraparon unos moros.
    • Lo maniataron y sus captores empezaron a discutir quién de entre ellos se quedaba con el prisionero, para pedir rescate por su cabeza.
    • Como discutían los moros entre sí, uno de ellos, muy fanático, llamado Aben-Atar, montado sobre su caballo se fue hacia el Arzobispo y le arrojó una lanza que le atravesó el cuerpo, diciendo: No quiera Alá que por un perro cristiano se peleen mis hermanos moros.
    • Y allí mismo, en aquella fuente que todavía hoy se llama la Fuente de Don Sancho, le cortaron la cabeza y la mano con el anillo de Arzobispo al cadáver, y dejaron el cuerpo sin vida allí tirado en el campo, llevándose con la cabeza y la mano, la Cruz del Arzobispo como trofeo de guerra.
    • Cuando Don Lope llegó a Torredelcampo y se enteró de lo sucedido por los sobrevivientes de la batalla que allí se habían refugiado, acudió rápidamente a ver si podía socorrer al Arzobispo, creyendo que todavía estaba vivo.
    • Buscó Don Lope a los moros y cuando los encontró, combatió con ellos hasta que recuperó la Cruz del Arzobispo.
    • En la refriega, los moros le quitaron a Don Lope su estandarte, pero el valiente vasco se metió entre los moros a espadazos hasta que lo recobró.
    • Huyeron los musulmanes a un monte, tal vez lo que hoy es el Calvario, y los cristianos se subieron a otro, quizá donde está hoy el castillo.
    • Pasaron una noche, recelando unos de otros.
    • Pero a la mañana, cada ejército se retiró sin pelear más.
    • Don Lope regresó al lugar donde el Arzobispo con los suyos habían sido destrozados.
      Encontró el cuerpo de Don Sancho, sin cabeza ni mano, y mandó que lo llevasen a enterrar a Toledo.
  • A partir de este momento se configuró un pequeño núcleo urbano, que sobre el siglo XIV aún era calificado de logar.
  • Durante este siglo y el siguiente el crecimiento de este incipiente núcleo se vio dificultado por su situación fronteriza con el reino de Granada, que animó a la construcción de atalayas para un control efectivo del territorio, se trata de la Torre de Fuencubierta, la Torre de Benzalá o la Torre Alcázar.
  • De un texto de Jimena Jurado se desprende que el lugar tenía recinto murado en 1369. Disponía ya de un recinto amurallado que defendía el conjunto de la ciudad y que hoy se puede reconstruir gracias a la pervivencia o recuperación de los nombres históricos de sus calles y plazas: Puerta de Córdoba, Postiguillo, Adarvejos, la Muralla, Puerta de Martos, la Cerca, Puerta de Jaén, etc. Este recinto sería demolido para aprovechar sus piedras en otras construcciones.
  • A poco más de 1 km. de núcleo urbano todavía se conserva el Molino del Cubo, construido por la Orden de Calatrava en el siglo XV.
  • Entre los hechos de las cuales este castillo ha sido testigo destaca la defensa llevada a cabo por bizarro Don Diego Fernández de Martos, alcaide de la fortaleza y descendiente de Martín Fernández de arciniega, caballero de la Banda que por conquistar la Puerta de Martos de las murallas de Córdoba recibió el privilegio de apellidarse Martos, siendo el origen del linaje de los Martos que pueblan España, a su descendiente, Don Diego Fernández de Martos, se le otorgó la Carta de Privilegio dada por los Reyes Católicos en pago de los destrozos sufridos por una incursión de musulmanes granadinos en 1471. Estos consiguieron en un principio una buena cantidad de bienes y cautivos, entre estos dos hijas del mismo alcaide del Castillo, ellas fueron secuestradas por el Moro y, una vez en Granada fueron martirizadas al negarse a abrazar la fe de Mahoma, canonizándose como Santa Juana y María.
  • En la batalla posterior, las tropas castellanas comandadas por Diego López Pacheco, duque de Escalona, Marqués de Villena, conde de Santisteban de Gormaz y Mayordomo mayor de Isabel I y Capitán General del Ejercito Cristiano , quién entabló batalla por la defensa de la plaza del Ejército Musulmán Granadino en el mismo lugar en donde se encontró en 1450 la imagen de la Virgen María en una cueva, a la que se encomendó el citado don Diego. Vencieron a los musulmanes. En acción de gracias por dicha victoria, el Marqués de Villena mandó edificar la ermita de la Virgen de Consolación.
  • Hacia el año 1.526, cuando el emperador Carlos se dirigía hacia Sevilla para contraer matrimonio con Isabel de Portugal, hizo estancia en Torredonjimeno, hospedándose en el Palacio de Gonzalo de Villalta, Comendador de la Peña de Martos y hombre muy cercano a Carlos I.
  • En 1526, estando Carlos V en Torredonjimeno, el emperador accedío a que se demoliese las murallas para construir la parroquia de La Inmaculada Concepción de Santa María. Es muy posible que para aquel entonces el recinto estuviese muy deteriorado.
  • Con anterioridad a 1.529 se emprenderán las obras de construcción de la segunda parroquia tosiriana, bajo la advocación mariana de la Inmaculada Concepción de Santa María, que se añadió a la Parroquia Mayor de San Pedro Apóstol, más antigua y cabeza del Arciprestazgo de Torredonjimeno.
  • La iglesia y convento de las Dominicas fueron construidos a comienzos del siglo XVI, en torno a 1543, por iniciativa de una caballero de la Orden de Santiago, don Jerónimo de Padilla y Pacheco, descendiente del valeroso comunero castellano decapitado en las guerras por las comunidades.
  • Como dato curioso, podemos decir que en la sala de la Torre del Homenaje de este castillo se escribió el primer libro sobre el arte de torear, compuesto por el comendador de la Orden de Calatrava don Fernán Chacón, impreso en 1551 y cuyo único ejemplar se encuentra en la biblioteca de Salamanca.
  • El año 1.558 es decisivo para la historia de Torredonjimeno. Dicho año la princesa Juana de Austria, gobernadora de los reinos de la Monarquía en ausencia de Felipe II, concede la independencia de la Villa, apartándola definitivamente de su dependencia histórica de Martos. A través de un privilegio (que se conserva aún en el Archivo Municipal) se concede la plena jurisdicción, civil y criminal, su término, cotos, etc., a cambio del pago de 9.000 ducados a la Hacienda Real.
  • Aquí nació Simón de Padilla, Capitán de las Tercios de Flandes.
  • Sin remontarnos demasiado en la Historia, podemos comprobar como Torredonjimeno, al igual que toda la comarca, se encontraba dedicada por completo al cultivo de cereales, viñedos, y productos hortofrutícolas, siendo sus frutos de excelente calidad, como así lo atestiguan diversos documentos que hablan de las excelencias de nuestros frutos, como D. Miguel de Cervantes cuando alaba las judías de Torre Venzalá, o el P. Francisco Delicado, y así una larga obra de autores y obras.
  • En 1580 y por haberlos librado de una epidemia de peste los Santos médicos Cosme y Damián a quienes se habían encomendado, los hicieron patronos erigiéndoles una Ermita.
  • Durante el siglo XVI, (1581), son los cereales lo más importante en la agricultura local, mientras que el olivar, como producción extensiva, tal y como hoy la conocemos, era prácticamente inusual, dedicándose sólo una pequeña porción de las tierras de labor a éste cultivo, y destinándose mayoritariamente al uso doméstico o a la iluminación mediante lucernas de aceite.
  • Desde el principio Torredonjimeno acogió a lo más florido de la nobleza jiennense, haciendo sus moradas en la localidad, linajes de gran abolengo castellano, leonés y aragonés como los Moro-Dávalos, los Villalta, los Guevara, los Perea y Prado, los Padilla, los Torres-Portugal, los Serrano de Aguilera, los Daza, Frías, Salazar, Arias y un buen número de linajes aristocráticos que contribuirían con su peculio al engrandecimiento urbanístico y artístico de la ciudad, que en la actualidad exhibe una muy pobre muestra de su esplendor de otrora. En el Torredonjimeno actual muy pocos vestigios se conservan de aquel patrimonio, la guerra de la independencia y el liberalismo decimonónico, y ya en el siglo XX, la guerra civil y el desarrollismo dilapidó el legado artístico. De los dos Conventos que la ciudad tenía en su casco, sólo se conserva en su integridad uno de Madres Dominicas, habitado todavía por monjas contemplativas de la Orden de Predicadores de Santo Domingo de Guzmán, monasterio con el nombre de Nuestra Señora de la Piedad. Lo que queda del otro, cuyo nombre era el de Convento de Nuestra Señora de la Victoria, y que antaño estuvo habitado por frailes mínimos de San Francisco de Paula, está actualmente en obras.
  • Este fue un siglo de prosperidad que se vio truncada por la crisis que afectó al país en el siglo XVII.
  • Uno de los monumentos más emblemáticos de la localidad es el Palacio Municipal del Ayuntamiento, cuyas obras se emprendieron en 1.637, bajo la alcaldía de Don Andrés de Guevara Calatayud, palacio renacentista que mantiene la función para la que fuera construido en 1.637.
  • En el siglo XVIII Torredonjimeno inició una etapa de recuperación.
  • De las muchísimas ermitas que la villa tenía todavía en el S. XVIII, sólo quedan la ermita de Ntra. Sra. de Consolación, la ermita de los Santos Patronos San Cosme y San Damián, y el monumento recordatorio cuando no las ruinas de otras ermitas como la de San Roque, o la del Santísimo Cristo del Calvario.
  • El 5 de junio de 1785 nació el General don Miguel Gómez Damas, que se distinguió en la Guerra Carlista.
  • En 1799 Espinalt habla de la muralla que cercaba el pueblo por el Mediodía.
  • Por Madoz conocemos que a mediados del siglo XIX tenía una población de 5,787 almas. Los principales cultivos eran los de cereal y el olivar y contaba hasta con siete molinos harineros y veinte de aceite. Había también una fábrica de sal y quinientos telares de lienzo de lino.
  • Será durante el siglo XIX, aprovechando la desamortización que realizó el gobierno de Álvarez Méndez, más conocido en la historia como Mendizabal, cuando se empieza a destinar las tierras que antes eran comunales, al cultivo del olivar de secano, convirtiéndose así durante los siglos XX, y el XXI, el paisaje típico de los pueblos jienneses.
  • En 1900 tenía una población de 10.456 habitantes y tenía estación de ferrocarril.
  • Hay destacar la temprana aparición del movimiento obrero en Torredonjimeno, con la creación de Sociedades Obreras como la denominada El Porvenir del Trabajo, que ya en el año 1.905 planteaba sus reivindicaciones laborales
  • Alfonso XIII le concedió el título de ciudad en 1911.
  • El Centro Republicano Obrero que en 1.911 solicitaba permiso para una manifestación en reivindicación de la Reforma del Código Militar y contra los Fusilamientos de Montjuit.
  • Esta relación se compone de caídos en acción de guerra y asesinados durante la Guerra Civil (Fuente http://heroesymartires.blogspot.com.es, Catedral de Jaén):
    Eugenio Moya Salazar
    Juan Federico León Sánchez
    Juan P. Anguita Mengíbar
    Agustín Gutiérrez Sánchez de Alcázar
    Antonio Carazo Armenteros
    Juan José de la Torre Ruiz
    Francisco Ortuño Partal
    Manuel Ureña Abolafia (Sacerdote)
    Francisco Serrano Portillo
    José Moya Molina
    Manuel Colomo Gallo
    Francisco Calabrús Calabrús
    Manuel Ortega Osorio
    Francisco Trigo Plumet
    Antonio Moya Muñoz
    Juan Jiménez González
    Bernardo Cruz Pérez (Sacerdote)
    Juan Anguita Mengíbar
    José Félix Téllez Ortega
    José Ortega Ocaña
    Jacinto Moreno Illana
    Francisco Contreras Moreno
    Manuel Gutiérrez Ortega
    José Armenteros Ortega
    Crisóstomo Ureña Estrella
    Concepción Martínez Lara
    Antonio Zarco Cañada
    José Ibáñez Pérez
    Esteban Ocaña Sánchez
    Juan Francisco Tirao Arjona
    Mario Carazo Moya
    Francisco Sánchez Liébana
    Antonio Ureña Liébana
    Ricardo Ortega Ocaña
    Bartolomé Cañada Bares
    Fernando Martínez Lara
    Jesús Arrabal Liébana
    Antonio Moya Molina
    José Calabrús Calabrús
    Ildefonso del Castillo Martínez
    Francisco Cózar Anguita
    Antonio Gallo Arnedo
    Francisco Castellano Bracero
    Francisco Guardia Hornos
    Juan Antonio Carazo Granados
    Fernando Moreno Martos
    Juan Antonio Cózar Anguita
    Valentín Ortega Ortega
    Juan Pamos Montijano
    Francisco Sánchez Ruiz
    Carlos Colomo Gallo
    Antonio Calabrús Calabrús
    Pablo Martínez de Anguita y Lara
    Juan Ureña Arjona
    Luis Padilla Ibáñez
    Emilio Ruiz Armijo
    Fernando Rodríguez Cortés
    Sergio Cortés Reyes
    Francisco Mármol Arrabal
    Francisco Cámara Hermoso
    Manuel Ureña Carrasco
    Arturo Higueruelo Lara
    Miguel Ureña Liébana

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