Iglesia de San Mateo

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En la Plaza Mayor.
Aunque su cuerpo principal es gótico, la torre campanario que flanquea la entrada principal tiene acabados renacentistas, que algunos autores relacionan con Andrés de Vandelvira. A este momento artístico debemos también adscribir la portada principal, la decoración barroca se extiende con la ampliación desde el crucero y se desarrolla en la primera mitad del siglo XVIII con el apoyo principal del párroco Don Francisco Charidad Villalobos. De rasgos clásicos, la decoración evoca la saturación propia del Barroco.
En el último tercio del siglo XV.
Una sola nave cubierta con bóvedas de terceletes.
La Portada lateral conocida como Puerta del Sol.
La Portada principal labrada en 1576, es manierista con dos escudos, conocida como Puerta del Perdón.
La torre octogonal se remató a finales del quinientos.
En 1732 se construyó un nuevo crucero y presbiterio conforme a los planos de Pedro de San Joseph.
El presbiterio está diferenciado del resto de la nave por unas escalinatas.
El crucero se cubre con cúpula de media naranja con linterna que se comunica con las naves por medio de un gran arco toral y cuyos brazos se cubren con cúpula de medio cañón y lunetos.
El coro en madera de nogal.
La tribuna reservada para los jerarcas de la inquisición.
Un grandioso retablo mayor de estilo compuesto y paramentos colosales, cuya autoría corresponde a Francisco Palma Burgos.
La pequeña urna del sagrario en madera de ébano, con carey, marfil y plata, e interesante pintura atribuida a la escuela de Murillo del siglo XVII. Es una de las joyas del arte sacro de la provincia. Muestra forma de templete rematado en chapitel y coronado por un pelícano de plata.
El púlpito y la pila bautismal son del siglo XVIII y elaborados con mármol rojo y negro de Cabra.